ISMAILIA, 20 Nov. (Reuters/EP) -
Al menos diez soldados egipcios han fallecido a primera hora de este miércoles y otros 35 han resultado heridos a consecuencia de un atentado con coche bomba contra un convoy militar en la localidad egipcia de El Arish, ubicada en la península del Sinaí, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'.
Un coche que estaba aparcado ha explotado cuando un convoy del Ejército estaba circulando por la carretera entre Al Arish y Rafá, según ha informado una fuente de seguridad a la agencia de noticias estatal MENA. Los soldados estaban a punto de comenzar su periodo de vacaciones.
Algunos de los heridos que se encuentran en estado crítico han sido transladados al hospital militar de Maadi, en El Cairo, ha informado 'Al Ahram'.
Según las investigaciones preliminares, la bomba estaba compuesta por una gran cantidad de explostivos TNT. Todos los soldados y varios helicópteros Apache se encuentran actualmente peinando la zona para encontrar a los atacantes.
Este ataque ha sido uno de los más mortales registrados en la zona desde que varios grupos inspirados en la organización terrorista Al Qaeda incrementaron sus atentados contra las fuerzas de seguridad tras el derrocamiento el 3 de julio del expresidente Mohamed Mursi.
El golpe de Estado fue perpetrado tras la reiterada negativa de Mursi a presentar su dimisión en el marco de manifestaciones multitudinarias contra su mandato, alegando que se trataba de un mandatario electo y de la existencia de manifestaciones también en su favor, si bien estas fueron de menor calado.
Por su parte, el Ejército asegura que su actuación respondió a la voluntad de la población, que había tomado las calles para protestar contra el mandato de Mursi.
Hermanos Musulmanes se ha negado en múltiples ocasiones a reconocer la legitimidad de las autoridades surgidas tras el derrocamiento del expresidente, miembro de la organización islamista, y ha sostenido que el nuevo gobierno es de tinte golpista.
Asimismo, ha denunciado la existencia de una campaña de persecución contra la formación con el arresto de decenas de sus miembros, entre ellos los integrantes de su cúpula, y la represión de las manifestaciones celebradas tras el derrocamiento de Mursi, que se han saldado con más de un millar de muertos a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad.
