MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El equipo de defensa del expresidente Mohamed Mursi, derrocado el 3 de julio a través de un golpe de Estado, en el caso contra él por incitación al homicidio y a la violencia durante los enfrentamientos frente al Palacio Presidencial de Ittihadiya de diciembre de 2012, ha rechazado internacionalizar el proceso siempre y cuando se respete el adecuado proceso.
El portavoz del equipo legal del exmandatario, Mohamed al Damati, ha rechazado igualmente que el mismo esté vinculado con el equipo internacional encargado de presentar una demanda contra los responsables del derrocamiento de Mursi ante el Tribunal Penal Internacional (TPI), según ha informado el diario egipcio 'Al Masry al Youm'.
El proceso contra Mursi y otros catorce dirigentes del Partido Libertad y Justicia (PLJ) --brazo político de la organización islamista Hermanos Musulmanes--, fue aplazado inmediatamente después de su apertura hasta el 8 de enero. Durante su comparecencia, el expresidente reiteró que es el único jefe de Estado "legítimo" y reclamó "el fin del régimen militar".
El golpe de Estado fue perpetrado tras la reiterada negativa de Mursi a presentar su dimisión en el marco de manifestaciones multitudinarias contra su mandato, alegando que se trataba de un mandatario electo y de la existencia de manifestaciones también en su favor, si bien estas fueron de menor calado.
Por su parte, el Ejército asegura que su actuación respondió a la voluntad de la población, que había tomado las calles para protestar contra el mandato de Mursi.
Hermanos Musulmanes se ha negado en múltiples ocasiones a reconocer la legitimidad de las autoridades surgidas tras el derrocamiento del expresidente, miembro de la organización islamista, y ha sostenido que el nuevo gobierno es de tinte golpista.
Asimismo, ha denunciado la existencia de una campaña de persecución contra la formación con el arresto de decenas de sus miembros, entre ellos los integrantes de su cúpula, y la represión de las manifestaciones celebradas tras el derrocamiento de Mursi, que se han saldado con más de un millar de muertos a causa de la actuación de las fuerzas de seguridad.