Refugiados sursudaneses llegan al campo de Imvepi en Uganda
SIMON EDMUNDS/SAVE THE CHILDREN
Actualizado: martes, 14 marzo 2017 15:51

Algunos de los niños han visto como asesinaban a sus padres y tienen pesadillas

MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

Save the Children ha llamado la atención este martes sobre el éxodo de cientos de miles de sursudaneses hacia la vecina Uganda escapando de las atrocidades que están cometiendo las partes en el conflicto que estalló en diciembre de 2013 y de la hambruna que se ha declarado ya en algunas zonas del país.

Más de 1,5 millones de sursudaneses han buscado refugio en los países vecinos, 800.000 de ellos en Uganda, a donde, según los últimos datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), han llegado 161.000 refugiados de Sudán del Sur en lo que va de 2017. El 86 por ciento de los que llegan son mujeres y niños.

Según Save the Children, muchos de los que llegan a Uganda lo hacen aterrorizados, hambrientos y, en el caso de los niños, a menudo solos. Algunos de estos niños están tan traumatizados que tienen dificultades para hablar y no saben si sus padres están vivos, ha explicado la ONG en un comunicado.

"Mi mejor amigo y sus hijos fueron asesinados delante de mis ojos. He llegado a ver niños atados a su madre muerta y arrojados al río por los soldados. Los niños no van al colegio y hay hambre en todas partes", ha contado a la ONG Silvia, una madre de 31 años que fue testigo de estas atrocidades en Yei, en el suroeste del país.

NIÑA DE DOS AÑOS ABANDONADA

Durante su huida junto con otras personas de su pueblo se encontró con una niña de dos años dos años tumbada junto a la carretera. Silvia todavía no sabe el nombre de la niña, de la que se ha hecho cargo como si fuera suya ante el desconocimiento de qué les pudo pasar a sus padres. "La encontré llorando en una zanja, estaba desnuda, desnutrida y deshidratada. La hierba casi la había cubierto", ha explicado.

Joan, de 35 años, ha contado a Save the Children que "cuando los grupos armados llegaron a la aldea violaron a las jóvenes". "Diez hombres podían violar a una sola mujer. Antes no solían matar a las mujeres, pero ahora están matando a todos: mujeres, niños y ancianos", ha explicado.

Ahora, Joan se ha hecho cargo de Joy, que a sus 14 años tuvo que huir de su aldea hacia Uganda y recorrer a pie 80 kilómetros pese a estar embarazada de ocho meses. "Escapamos porque la guerra se ha vuelto contra nosotros los civiles. Cuando vienen, vienen y te matan con un cuchillo o un machete. No podíamos esperar a que esto ocurriera", ha explicado.

HAN PRESENCIADO LA MUERTE DE SUS PADRES

Algunos de los niños que llegan a Sudán del Sur lo hacen solos, sin un adulto que les acompañe. Según ha alertado Flavia, que trabaja para Save the Children, "los niños nos cuentan que han presenciado la muerte de sus padres en su propia casa".

"Uno de ellos vio cómo colgaban a su padre junto a él, ahora tiene pesadillas y cuando se despierta es incapaz de hablar", ha ilustrado la trabajadora de la ONG, incidiendo en que también están atestiguando "casos de desnutrición tan graves que se pueden contar sus costillas con la vista".

Así las cosas, el director de Save the Children en Sudán del Sur, Pete Walsh, ha expresado su preocupación por "las advertencias de Naciones Unidas sobre las atrocidades que están sucediendo en el país", donde ha alertado que podría cometerse un genocidio, y ha instado "a las partes en el conflicto a proteger a los civiles atrapados en él".

"Los testimonios que estamos escuchando son horripilantes. Hay niños llegando solos, forzados a huir de sus hogares en busca de seguridad y protección", ha subrayado.

"Muchos están a punto de morir de hambre. La hambruna ya ha sido declarada en tres zonas y se extenderá, a menos que el mundo abra sus ojos a esta catástrofe", ha añadido, después de que el pasado 20 de febrero el Gobierno sursudanés y la ONU declararan la hambruna en dos condados del estado de Unidad.

"Save the Children está trabajando en todo Sudán del Sur y apoyando a los refugiados que llegan a Uganda. Todas las partes en el conflicto deben garantizar que los civiles estén protegidos y los trabajadores humanitarios puedan continuar dando atención sanitaria y protección a los niños vulnerables e inocentes", ha remachado Walsh.

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