Actualizado: miércoles, 9 diciembre 2015 20:11

ESTAMBUL, 9 Dic. (Reuters/EP) -

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha explicado este miércoles que el aumento del envío de soldados al norte de Irak supone un "acto de solidaridad, no de agresión", ante el incremento de la amenaza del grupo terrorista Estado Islámico para los militares turcos que entrenan a fuerzas iraquíes kurdas.

"Estos entrenadores en el campamento militar de Bashiqa están amenazados por Daesh (Estado Islámico), porque está a 15-20 kilómetros de Mósul y solo tienen armas ligeras", ha asegurado Davutoglu en una rueda de prensa en Estambul.

"Así que cuando estas amenazas aumentaron, enviamos más tropas para proteger el campamento, no como un acto de agresión, sino como un acto de solidaridad", ha aclarado el primer ministro turco.

El Gobierno turco ha reiterado que el contingente desplegado la semana pasada cerca de la línea del frente contra Estado Islámico es parte de una misión internacional para entrenar y equipar a las fuerzas iraquíes que luchan contra el grupo terrorista.

Además, el Ejecutivo ha sostenido que no las retirará, pero que no enviaría más. El envío de soldados provocó un escándalo en Bagdad, que lo calificó como una violación de soberanía y ha pedido a la OTAN, de la que forma parte Turquía, que intervenga.

"LA GRANDEZA OTOMANA"

Las milicias chiíes iraquíes relacionadas con Irán han amenazado con usar la fuerza contra Turquía, a menos que retire sus tropas, después de que expirara el ultimátum de 48 horas establecido por el Gobierno de Haider al Abadi.

El portavoz de la brigada Badr, Karim al Nuri, ha comparado la incursión turca con la ocupación de Irak por parte de milicianos de Estado Islámico y ha asegurado que "todas las opciones" están disponibles.

"Tenemos el derecho de responder y no excluir ninguna tropa de la respuesta hasta que los turcos hayan aprendido la lección", ha sostenido Al Nuri. "¿Sueñan con recuperar la grandeza otomana? Esta es una gran desilusión y pagarán caro por su arrogancia".

La situación añade más presión al primer ministro iraquí que ya ha sido fuertemente criticado por las mismas facciones chiíes por anunciar que Estados Unidos enviará una nueva fuerza especial de operaciones para dirigir las incursiones en Irak.

"GUERRA ECONÓMICA"

El Parlamento ha aprobado este miércoles de forma unánime una moción que condena la intervención turca, lo que supone un apoyo al Gobierno para que tome cualquier medida que considere necesaria.

Varios diputados han sugerido que Irak podría llevar a cabo una "guerra económica" contra Turquía, pero Jafaar Hussaini, portavoz de una de las milicias chiíes, Kataib Hezbolá, ha advertido de que la violencia era probable.

"La opción militar es aún probable y podríamos alcanzar una fase en los próximos días en la que empecemos a llevar a cabo operaciones contra los turcos, contra sus soldados o contra los intereses turcos en Irak", ha añadido.

Sin embargo, la zona del norte de Mosul donde se encuentran las tropas turcas está bajo control de las fuerzas kurdas, donde las milicias chiíes no tienen ninguna presencia, por lo que les resultaría difícil materializar sus amenazas.

En septiembre, 16 cooperantes turcos fueron secuestrados en Bagadad por un grupo armado desconocido que usó un eslogan chií y que amenazó con atacar los intereses turcos en Irak si no se cumplía lo que pedían. Los hombres fueron finalmente liberados.

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