Nestor Kirchner y Cristina Fernández
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Actualizado: miércoles, 9 diciembre 2015 14:30

MADRID, 9 Dic. (Por Marina Mattera, profesora del Departamento de Economía y Finanzas de la Universidad Europea) -

   Hablar de la década de los Kirchner como un todo resultaría injusto dado que existen dos tipos de gestión claramente diferenciadas, la de él, y la de ella. Néstor Kirchner no es lo mismo que Cristina Fernández y eso se demuestra en el impacto que cada uno de ellos ha dejado en Argentina.

   Pero no lo digo yo, ni lo dicen los economistas, periodistas o analistas políticos, lo dicen los propios datos fruto del resultado de las políticas implementadas en cada uno de los mandatos.

   Los primeros años del mandato Kirchner, a cargo de Néstor, tuvieron que hacerse cargo de un país con una problemática difícil. Durante la década de los 90 la economía argentina se basó en la privatización de empresas públicas, en su totalidad o de forma parcial, en muchos casos sin considerar la función que cumplían de cara a la sociedad.

   Asimismo, la moneda local, el peso, se vinculó al valor del dólar, pero para poder contar con una equivalencia 1 dólar = 1 peso, es necesario contar con unas reservas en dólares en el Banco Central argentino que respalden el circulante de pesos en la economía local.

   En el año 2001, concretamente en diciembre, esta paridad cambiaría y llegó a su fin ya que no existían las reservas necesarias, junto con otras variables que no mencionaremos porque el análisis se centra en 'los K', no en el por qué del 'corralito'.

   En diciembre de 2001 los argentinos sufrieron el famoso 'corralito': con la bajada de reservas en dólares y pérdida de confianza en el sistema político (y especialmente en los bancos). Todos los argentinos preferían tener su dinero debajo del colchón en vez de en el banco, y el sistema colapsó.

LLEGADA DE NÉSTOR KICHNER

   Tras dos años de inestabilidad, finalmente hubo elecciones y Néstor Kirchner fue el elegido. Durante su mandato entre diciembre de 2003 y diciembre de 2007 fue capaz de impulsar el desarrollo económico (según ha reconocido el propio Banco Mundial), y mejorar la relación entre clases sociales.

   Kirchner sabía que necesitaba del apoyo de ciertos sectores para continuar en el poder, y que el país debía tener cierta estabilidad. A la vez, un país dividido no conlleva a ningún final feliz, como ya hemos vivido en otras etapas de la historia argentina, y él era un hombre que entendía esto perfectamente. No estuvo falto de corrupción, sin embargo, como diría mi abuela "robó pero al menos hizo algo.

POLÍTICAS DE CRISTINA

   Por su parte, Cristina ha promovido durante su gestión muchas políticas de inclusión social que han mejorado la situación de personas que no se encontraban empleadas o en situación de empleo informal.

   Sin embargo, la implementación y los lineamientos de las mismas, en lugar de generar inclusión social crearon una mayor polarización de la sociedad. Por ejemplo, en el año 2009 se implementó la Ayuda Universal por Hijo (AUH) que se otorga a familias con hijos menores hasta la mayoría de edad (18 años) y se realizan controles de salud de los niños y adolescentes así como una comprobación de su escolarización.

   Pero la AUH no comprueba en qué curso están los niños, si realmente van a la escuela y aprenden. En otros países, existen este tipo de iniciativas pero se exige que los alumnos pasen de curso, debe existir un aprendizaje real. La problemática surge porque algunas de estas familias se acostumbran a recibir, sin tener obligaciones ni responsabilidad por "dar algo a cambio".

   Lo mismo ocurre con otro tipo de ayudas, si bien son necesarias para contribuir a la mejora social, al no existir una obligación o responsabilidad, perpetúan una sociedad sin conocimiento, sin valores y sin ganas de trabajar. Esto que no fue una decisión aleatoria, genera un apoyo incondicional de quienes reciben estas ayudas, ya que gracias a ellas que pueden subsistir. Para estas personas, Cristina Kirchner es quien les dio una posibilidad de "empezar de nuevo". Y eso ella lo sabe muy bien.

   Por otro lado, no resulta de interés para la clase dirigente que el conjunto de la población tenga educación de calidad, desarrollen su inteligencia y tengan capacidad de razonamiento propio. Si bien es algo que se intuye y era sabido por muchos, este año investigadores canadienses han comprobado que a menor inteligencia, más fácil es creer que frases que suenan elaboradas son ciertas. Esta estrategia resultó ser muy útil, ya que a Cristina le permitió tener un segundo mandato.

TEMPERAMENTO ERRÁTICO

   Sin embargo, Cristina tiene un temperamento mucho más errático que su marido, y no supo rodearse (más bien fue eliminándolos uno por uno) de asesores en cada área de conocimiento que fueran válidos. Durante su mandato, por ejemplo, tomó decisiones que serían impensables en cualquier otra parte del mundo, como por ejemplo estalizar fondos de pensiones y jubilación privados.

   Recientemente, decidió por decreto nombrar a una joven de 26 años como directora del Banco Central de la República, sin experiencia laboral previa dirigiendo secciones o sucursales siquiera de banca privada. Personalmente no tengo nada en contra de jóvenes ocupando puestos de dirección; pero incluso yo, con su misma edad y siendo Doctora en Economía, creo que para esa posición en concreto hace falta tener muchos años de experiencia en el sector bancario.

   Pero toda historia llega a su fin, y por mucho que uno quiera tapar el sol con un dedo, el haz de luz se ve igualmente. Muchas consultoras privadas han demostrado una y otra vez las diferencias entre los anuncios oficiales y la realidad que los argentinos vivieron todos estos años en las calles, siendo la más evidente la inflación que año tras año fue entre 10-35 puntos porcentuales menor la declarada por el Gobierno que la real; pero sólo hace falta ir al supermercado para darse cuenta.

   Periodistas nacionales y extranjeros han demostrado una y otra vez que los discursos de Cristina Fernández no coinciden con la realidad, que durante su mandato lo único que creció fue su cuenta bancaria, y su gran listado de activos.

   En conclusión, el legado de 12 años de 'kirchnerismo' debería puntualizarse primero entre el legado de él y el de ella. Hoy en día, existe un país dividido, unas reservas públicas muy bajas, políticas sociales mal implementadas, una educación pública orientada a conseguir subsidios en lugar de adquirir conocimientos, una industria deficitaria y el sector agrícola ahogado en impuestos. La pregunta es, ¿cómo seguirá esta historia?

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