Después de que Rusia haya acusado de "genocidio" a altos cargos políticos y militares ucranianos
KIEV, 30 Sep. (Reuters/EP) -
La Fiscalía ucraniana ha abierto una investigación penal contra la Policía Federal rusa (el Comité de Investigación) por apoyar a los grupos separatistas "terroristas" que operan en el este de Ucrania, según ha informado este martes la propia institución.
En un comunicado, la Fiscalía ha acusado a los trabajadores de esta agencia de seguridad, que responde únicamente ante el presidente ruso, Vladimir Putin, de "llevar a cabo una intromisión ilegal" en la labor de las fuerzas de seguridad y las Fuerzas Armadas ucranianas.
"Esta intromisión está orientada a ayudar a las organizaciones terroristas República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk en sus actividades criminales y obstruir las labores de los agentes estatales", ha asegurado la Fiscalía de Kiev.
Esta decisión llega después de que las autoridades rusas hayan abierto este lunes una causa penal por "genocidio" contra "miembros no identificados" de las autoridades políticas y militares ucranianas, la Guardia Nacional y organizaciones nacionalistas.
Ambas investigaciones tienen lugar en un momento de tensión entre Ucrania y Rusia y añaden presión sobre el alto el fuego que se mantiene desde el pasado 5 de septiembre en el este de Ucrania entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk.
Los sublevados prorrusos han proclamado la independencia de estas dos regiones y se han negado a volver a someterse a la soberanía de Kiev ante la oferta del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, de tener una amplia autonomía con la condición de continuar siendo parte de Ucrania.
Por su parte, Rusia, que se opone a las políticas prooccidentales de Kiev, ha acusado al Ejecutivo ucraniano de estar empleando la violencia contra los separatistas del este de Ucrania y ha negado haber enviado armas y tropas para ayudarles, pese a las acusaciones de Kiev y las potencias occidentales.
Naciones Unidas sitúa el número total de muertes con motivo de este conflicto, que comenzó en abril, en torno a las 3.500 personas y ha acusado a los separatistas del este de Ucrania de violar los Derechos Humanos de distintas formas.
