AMÁN/BEIRUT, 25 Jul. (Reuters/EP) -

El Gobierno sirio ha enviado cientos de militares a la ciudad de Alepo, en el noroeste del país, donde los helicópteros del Ejército han estado atacando a los rebeldes que luchan para derrocar al presidente, Bashar al Assad.

Mientras que antes el conflicto en Siria se caracterizaba por los enfrentamientos entre los insurgentes y las fuerzas gubernamentales en provincias remotas, ahora ambos bandos luchan por controlar las dos ciudades más importantes del país, Alepo y la capital, Damasco.

Las fuerzas de Al Assad han llevado a cabo ambiciosas contraofensivas en ambas ciudades. Parece que se han impuesto a los rebeldes en varios barrios de Damasco y que se dirigen a Alepo.

Las fuerzas gubernamentales han usado su artillería y disparado cohetes contra Al Tel, una localidad situada la periferia de Damasco, en un intento por arrebatar su control a los sublevados, generando el pánico entre la población y obligando a cientos de familias a huir, según han informado residentes y activistas opositores.

El 216º batallón mecanizado, que tiene su cuartel cerca de Al Tel, empezó a bombardear la localidad, que tiene unos 100.000 habitantes, la pasada madrugada. Según las fuentes, parece que varios edificios de viviendas han sido alcanzados por proyectiles.

"Hay helicópteros militares sobrevolando la ciudad. La gente se ha despertado por el ruido de las explosiones y está huyendo", ha declarado por teléfono Rafe Alam, uno de los activistas. "Han cortado el suministro eléctrico y las líneas telefónicas", ha agregado.

Por otro lado, varios activistas opositores han indicado que cientos de militares en carros de combate y vehículos blindados se han retirado de la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, y se dirigen a Alepo. Los rebeldes atacaron a las últimas tropas que salían de la zona, según el activista Abdelrahman Bakran, que se encuentra allí.

La población local ha dicho que los helicópteros del Ejército dispararon misiles contra Alepo este martes. Mientras, a la entrada del casco viejo, los insurgentes, armados con fusiles y ametralladoras, luchaban contra las fuerzas de Al Assad, que disparaban obuses y proyectiles de mortero.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que recopila datos aportados por activistas opositores, al menos 1.261 personas han muerto desde que el pasado 15 de julio empezaron a intensificarse los enfrentamientos en Damasco.

Eso significa que la semana pasada es la más violenta que se ha registrado en Siria desde que comenzó la revuelta contra Al Assad, en marzo de 2011, durante la cual han fallecido al menos 18.000 personas, según la oposición.

155280.1.260.149.20120725105211
Vídeo de la noticia
Actualizado: miércoles, 25 julio 2012 12:52
Más noticias