Actualizado: lunes, 26 octubre 2015 15:06

MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes en un informe los abusos que están sufriendo los enfermos internados en centros psiquiátricos del región semiautónoma somalí de Somalilandia, donde llegan a mantener a algunos enfermos encadenados y las condiciones son indignas.

En su informe titulado 'Encadenados como prisioneros: Abuisos contra personas con discapacidades psicosociales en Somalilandia', la ONG explica que los internos de estos centros pisquiátricos sufren restricciones, palizas, tratamientos involuntarios y condiciones de hacinamiento.

Además, denuncia que la mayoría de los enfermos están retenidos en contra de su voluntad y que no tienen posibilidad de impugnar su confinamiento.

Laetitia Bader, investigadora sobre África de HRW, ha señalado la necesidad de que las autoridades somalíes colaboren para afrontar estos problemas y proporcionen la atención médica que requieren estos enfermos. "Deben actuar con rapidez para hacer frente a los abusos dentro de las instituciones mentales", ha sostenido.

Para elaborar este informe, HRW ha recogido datos de tres ciudades diferentes: Hargeisa, Berbera y Gabiley, y ha entrevistado a 115 personas, incluidos 47 pacientes con discapacidades mentales reales o percibidas y que han sido internados en centros de salud mental.

HRW ha recordado que Somalilandia no tiene un registro sobre enfermos con problemas mentales pero ha dejado claro que las últimas investigaciones apuntan a un amplio número de pacientes de este tipo por la violencia y los traumas de la guerra civil, la falta de servicios sanitarios y el amplio uso de anfetaminas como el khat. Durante años, las personas con discapacidad mental en esta región somalí no han tenido apoyo sanitario o han quedado a cargo de familiares que carecen de formación específica para atenderles.

Los centros privados son los que menos respetan los derechos de los pacientes, dice el informe. Horarios estrictos, confinamiento prolongado, palizas y encadenamientos son algunos de los abusos que llevan a cabo los trabajadores, según las conclusiones de HRW. El único centro que no vulnera los Derechos Humanos es el hospital Hargeisa, asegura HRW.

El informe recoge testimonios de varios pacientes afectados por estos abusos. "Estuve encadenado los dos meses que estuve allí encerrado. Sentía como desaparecía mi libertad", afirma un joven de 27 años internado por su familia en un centro privado. "Ayer, uno de los pacientes quiso que le quitasen las cadenas y se peleó con el guardia de seguridad, que le golpeó varias veces con su cinturón", cuenta un paciente de otro centro privado.

Pero los castigos físicos no son a los únicos a los que se enfrentan los pacientes. HRW ha afirmado que, en muchas ocasiones, los pacientes son sometidos a tratamientos médicos involuntarios, a través del uso de la fuerza y con fármacos psicotrópicos.

REFORMAS POLÍTICAS

Aunque en 2014 las autoridades del país identificaron la salud mental como una prioridad e intentaron elaborar una legislación particular para estos casos, el apoyo internacional ha pasado por alto en gran medida estas enfermedades y el país dispone únicamente de dos psiquiatras para una población de aproximadamente 3,5 millones de habitantes.

En su informe, HRW ha hecho hincapié en que el Gobierno somalí debe aprobar reformas que prohíban el encadenamiento de los enfermos, regulen las actividades de estos centros, impidan que se genere un estigma por las enfermedades mentales y, entre otras medidas, que promuevan que estas personas puedan vivir de forma segura, independiente y digna dentro de la comunidad.

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