Siria, guerra, Alepo
REUTERS
Actualizado: miércoles, 15 julio 2015 13:29

LONDRES, 15 Jul. (Reuters/EP) -

Las ONG que trabajan en Siria para aliviar las necesidades urgentes de 12 millones de personas han admitido que en muchos casos son incapaces de garantizar que la ayuda humanitaria llega a sus destinatarios debido a lo cambiante de la situación sobre el terreno.

Una decena de ONG consultadas por la Fundación Thomson Reuters y que han hablado bajo condición anonimato han explicado que es prácticamente imposible determinar a quién llegan los suministros. Tres han llegado a reconocer que lo desconocen.

Las alarmas saltaron hace unos meses cuando a través de las redes sociales se difundieron unas fotografías en las que los cargamentos enviados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) aparecía con el logo del Estado Islámico.

El PMA ha admitido que en los últimos meses ha sido incapaz de supervisar el 40 por ciento de los puestos de distribución de la ayuda humanitaria que tiene en territorio sirio, entre ellos los ubicados en Alepo.

Los cooperantes han achacado estas irregularidades a la complejidad de la guerra siria, con un sinfín de grupos armados con el deseo de derrocar al régimen de Bashar al Assad como único punto en común. "En cualquier momento llega alguien un arma y te quita los suministros", ha contado uno de los trabajadores humanitarios.

Que la ayuda humanitaria se pierda en el camino no es algo nuevo. Ya ha ocurrido en Afganistán, Somalia y Níger tanto por culpa de los grupos armados como de los propios gobiernos, que aprovechan los suministros internacionales para abastecerse.

FALTA DE FINANCIACIÓN

Las ONG están preocupadas por que la pérdida de parte de la ayuda humanitaria destinada a los sirios afecte a la recaudación, ya de por sí escasa. "Es muy importante en el caso de Siria que no estemos favoreciendo a ningún grupo armado", ha incidido otro cooperante.

Naciones Unidas calcula que solo ha recibido el 26 por ciento de los 2.900 millones de dólares que ha pedido para la crisis humanitaria en Siria, la peor de los últimos 25 años, según dijo ACNUR en un informe reciente.

"Claramente muchos miembros de la ONU, incluidos donantes, han entendido mal el conflicto en Siria. Financiar no es solo lidiar seguir el ritmo de las necesidades humanitarias sino cerrar la brecha", ha explicado Matthew Hollingworth, del PMA.

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