MADRID, 18 Ene. (Portaltic) -
Se abre otro capitulo de la historia de las filtraciones de documentos oficiales y Edward Snowden. El exanalista de la CIA ha puesto a disposición de un grupo de periodistas nuevos documentos secretos sobre la agencia nacional de seguridad estadounidense (NSA).
Los documentos publicados por Der Spiegel desvelan algo que muchos podrían prever y es que Estados Unidos se está preparando para una futura guerra a través de Internet. Entre algunas de sus actividades, los integrantes de la agencia han estado trabajando en las diferentes maneras de vulnerar e infiltrarse en todo tipo de redes. Pero no quedaría ahí la cosa, sino que el objetivo de estas incursiones sería el obtener la capacidad de tomar el control de la red y realizar daño físico a sus enemigos.
Ya se conocía que Estados Unidos estaba interesado en desarrollar este tipo de armamento, y que la agencia de seguridad trabaje en la defensa de sus ciudadanos no debería ser un problema. Sin embargo, si es preocupante el programa que la NSA denominado 'Fourth Party Oportunitys'.
El programa consiste en buscar herramientas informáticas que este desarrollando otros países, robarlas y utilizarlas en beneficio propio, actividad que los agentes realizaban con mucho sentido del humor.
Pero este escándalo no solo salpica a la agencia americana, sino también a la GCHQ (su homologa británica). La agencia británica habría utilizado una de sus aplicaciones para interceptar metadatos con información personal -denominada BADASS-, comentando entre ellos: "Abusando de BADASS por diversión y beneficio" o "Sabemos lo malos que sois al Angry Birds".
Mientras que el la agencia estadounidense bromeaba con su programa 'Fourth Party Oportunitys' denominándolo "I drink your milkshake". El nombre sacado de una película americana podría traducirse como "me bebo tu batido", por lo que además de robar herramientas de otros países, se dedicaban a mofarse de sus actos entre ellos.
De cualquier forma esto demuestra la enorme vigilancia y guerra oculta que existe entre los diferentes países por el control de información, que es propiedad de los usuarios. Más allá de la actitud, el que roben programas desarrollados con el dinero de los contribuyentes de un país, es una actitud más que cuestionable.
