Se emborracha, manda "a tomar por c..." al jefe y... ¡despido improcedente!

Actualizado: jueves, 2 julio 2015 17:21

   MADRID, 2 Jul. (Portalgeek) -

   Quien más, quien menos, todo el mundo tiene miedo de perder un poco los papeles durante una fiesta de empresa, la de Navidad o cualquier otra. Decir que eso es lo que le pasó al protagonista de esta historia sería quedarse muy, muy corto.

   Sucedió en Australia. No ha trascendido su nombre ni el nombre de la empresa, más allá de que se dedica a la construcción de carreteras, pero seguramente entre los miembros de la plantilla sea ya tan famoso, como infame.

   El sujeto en cuestión cumplió el sueño de muchos: mandar a su jefe a tomar por donde la espalda pierde su santo nombre; además, arrimó cebolleta a algunas compañeras por encima de los límites tolerables.

   ¿La consecuencia? Fue despedido. Sin embargo, ahora ese despido ha sido declarado improcedente y el empleado más desparramado del mundo volverá a su puesto.

   Empecemos por el principio: el sujeto en cuestión, jefe de equipo en su empresa, se tomó 10 cervezas y una copa de vodka con Coca-Cola; literalmente ebrio, se vino arriba y en un momento dado les dijo al director de la compañía y a un senior project manager que se fueran "a tomar por c...".

   Después se puso sobón y llegó a darle a otra compañera un beso en la boca sin su consentimiento. Terminada la fiesta de la empresa, fue con algunos compañeros a otro local, donde llamó a otra "z... creída". Por todos estos motivos, el empleado fue despedido en enero, al regresar al trabajo, por "acoso sexual".

   La historia, sin embargo, no quedó ahí. El hombre recurrió a la Fair Work Commission para que revisara el caso y ahora ha dictaminado que se trata de un despido improcedente. Considera que la empresa no fijó un código de conducta para la fiesta y que además alentó este tipo de comportamiento al suministrar grandes cantidades de alcohol a sus empleados.

   "En mi opinión", ha dicho un portavoz de la comisión a Fairfax Media, "es contradictorio y contraproducente para un jefe exigir el cumplimiento de sus normas habituales de comportamiento en un evento, pero al mismo tiempo permitir que que se sirva una cantidad ilimitada de alcohol en dicho evento".

   "Si el alcohol se suministra de tal manera, resulta totalmente previsible que algunos individuos consumen una cantidad excesiva y se comporten de manera inapropiada".

   Después de esta historia, ¿qué sucederá con las fiestas de empresa en Australia? ¿Prohibirán el alcohol?

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