Falsos mitos de la ciencia (III): Pelo y uñas no crecen después de muertos

Actualizado: lunes, 18 mayo 2015 9:22

MADRID, 18 May. (Portalgeek) -

   La muerte es un tema tabú para muchas personas. Despierta miedo y fascinación por partes iguales y son muchas las leyendas que nacen alrededor del fallecimiento. Las religiones nacen en parte por este miedo, ha habido culturas que giran en torno a la muerte. También muchos mitos fácilmente desmontables científicamente. La creencia popular da por bueno el que se diga que tanto el pelo como las uñas crecen después del fallecimiento de una persona. Es falso.

   Si es cierto que no todas las células mueren al mismo tiempo, base el trasplante de órganos. Al dejar de latir el corazón se corta el suministro de oxígeno del cerebro y las células nerviosas mueren entre tres y siete minutos después. Algunos órganos, como el hígado o los riñones, tardan hasta 30 minutos en dejar de ser funcionales. El cuerpo deja de producir glucosa y por lo tanto deja de producir nuevas células, por lo que es imposible que haya un crecimiento en las uñas.

   Con el pelo ocurre algo similar a las uñas. El cabello crece en base de un folículo en el que en su base hay una matriz formada por células que para crecer necesitan recibir energía procedente de la combustión de la glucosa. Sin oxígeno esto no es posible. Cuando el corazón muere, estas células dejan de recibir la "gasolina" que les hace poder vivir y por lo tanto el pelo deja de crecer.

   La explicación es muy sencilla. Es un efecto óptico que se produce a consecuencia de la deshidratación del cuerpo que hace que parezca que algunas partes como uña y pelos sobresalen, como confirmó en su día el British Medical Journal. Incluso la deshidratación de la piel de la cara puede hacer sobresalir algo del pelo de la barba, por lo que podría parecer que esta ha crecido después del fallecimiento del individuo. Las imágenes de muertos con el pelo largo y las uñas gigantes nacen del imaginario colectivo y son científicamente erróneas.