VALENCIA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia (CACSA) tendrá finalmente una régimen de explotación que combinará "lo mejor de lo privado y lo mejor de público", ya que la sociedad conservará la gestión del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, del Hemisfèric y de las zonas comunes, mientras que una empresa privada se encargará del Oceanogràfic --algo que ya ocurre en la actualidad-- y, además y como novedad, del Ágora.
Así lo ha anunciado el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell en la que ha explicado algunos detalles del pliego para ceder parte de la gestión del complejo de ocio valenciano --en principio por un plazo de 15 años prorrogables a otros cinco. La documentación ya está preparada y pasará la próxima semana por la comisión que revisa las externalizaciones y por la comisión delegada. De este modo, se cumplirá que antes de final de mes esté listo el pliego para su publicación.
El conseller ha manifestado que, aunque "en algún momento" del proceso se pensó en que todo recayera en un gestor privado, esto "ha tropezado con dificultades legales" debido a que hay dos titulares del suelo, la propia CACSA y la Conselleria de Economía. Así, ha añadido que, aunque se podía haber efectuado una cesión de suelo, se ha valorado que la solución definitiva es "en la práctica mejor" y que espera obtenerse "una mejor rentabilidad".
Además, ha defendido que la decisión de externalizar sólo Ágora y Oceanogràfic permite conservar "la experiencia del equipo humano que ya existe en CACSA" y que, si se hubiera privatizado todo "se podría haber mantenido o no".
Por estos motivos, se ha optado por un modelo "que une lo mejor de lo público y lo privado" y que unirá "la experiencia del equipo que ya trabaja en CACSA" --ya que, al mantener la gestión de la mayor parte del complejo "la plantilla seguirá como hasta ahora"- y las "nuevas ideas e impulso" que aportará el colaborador privado.
Para la administración valenciana se trata de un "hito histórico" para reforzar a la Ciudad de las Artes como "icono de referencia" de Valencia y su percepción "homogénea" por parte del visitante, puesto que el gestor privado deberá impulsar --además de la gestión del oceanográfico y el Ágora-- la publicidad de todo los edificios del complejo, así como la venta de entradas --por al que recibiría una comisión--, la restauración y catering y el merchandising para "aumentar la eficiencia".
Esa empresa podrá sugerir también contenidos --exposiciones, películas etc.-- para el Museo y el Hemisfèric aunque, sobre esta cuestión será CACSA la que tenga la última palabra a la hora de decidir.
En este caso, ha subrayado Buch, el ahorro residirá, no tanto en gastar menos, como en "ingresar más al atraer a un mayor número de visitantes". Para el conseller, la novedad más relevante es que el gestor privado del Oceanogràfic y el Ágora "contribuirá a poner en valor también el resto del complejo de CACSA, uno de los más atractivos turísticamente de España pero que aún se puede potenciar más". "Es nuestro icono de referencia, si París tiene la Torre Eiffel y Londres el Big Ben, Valencia tiene la Ciudad de las Artes y las Ciencias".
En concreto, sobre el Ágora ha comentado que es "un edificio relativamente nuevo al que se le va sacando algo de partido" pero que puede dar más desde el punto de vista de eventos y turismo".
EL ÁGORA SE ACABARÁ "EN MEJORES TIEMPOS"
Interrogado por si se pueda dar por finalizado definitivamente este espacio, Buch ha contestado que "quedan cosas por instalar, sobre todo en la parte superior" y que si no se hace es porque la actual es "época de ahorro".
"No es el momento, ya que el Ágora puede funcionar perfectamente puesto que su estado tiene un aspecto razonablemente nuevo y parece un edificio acabado; Algún día se acabará, pero cuando vuelvan los mejores tiempos y cuando haya presupuesto para rematar el techo y eso lo hará el propietario, CACSA, cuando pueda", ha terminado.
