SEVILLA, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA), Miguel Castellano, resaltó hoy la importancia que para los municipios rurales tienen los proyectos relacionados con los servicios de proximidad a la población, es decir, aquellos vinculados con la conciliación de la vida familiar y laboral.
Así, el responsable de ARA destacó que "una gran parte" de las subvenciones concedidas por los Grupos de Desarrollo Rural (GDR) tienen que ver con la creación de empresas relacionadas con los servicios de proximidad a la población, como sería el caso de guarderías, centros y residencias de mayores, ayuda a domicilio, o ludotecas, entre otros.
Castellano explicó que la existencia de este tipo de servicios mejora la calidad de vida, evita la movilidad para acceder a estas prestaciones y, además fija a la población. Así, añadió que otra de las ventajas de este tipo de servicios es que fomenta la participación de la mujer en la vida social, y en el mercado laboral "al evitar que ésta sea el principal soporte en la atención tanto de mayores como de la población infantil".
"Se ha dado un gran salto en la mejora y desarrollo de los servicios que se prestan a la población de las zonas rurales con el objetivo de que se evite el envejecimiento y se fije a la población", subrayó.
Además, apuntó a las ayudas públicas que los GDR están concediendo a los emprendedores rurales dentro del 'Programa LíderA' 2009-2015 y puso como ejemplo los recientes proyectos aprobados en los Consejos Territoriales de los GDR y cofinanciados por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y la Unión Europea.
En este marco, recordó uno de los proyectos respaldado con la creación de Huertos Sociales en el municipio de Loja en la comarca del Poniente Granadino. "Esta peculiar experiencia pondrá a disposición de jubilados y pensionistas una serie de parcelas agrícolas que deberán de cultivar y cuidar anualmente", informó Castellanos, que indicó que se trata de un conjunto de parcelas de tierra de cultivo localizadas en la zona de La Esperanza de Loja a las que, por periodos de un año, los mayores de 65 años y pensionistas accederán para labrar sus propios cultivos.
"Aparte de la distracción y enriquecimiento personal que esta actividad les aporta al hacerse responsables de su huerto, sus cuidadores contarán cada jornada con una buena cesta de productos de la temporada sabrosos y naturales", concluyó.
