Expertos ensayan la capacidad infectiva de una toxina en una especie de pescado de consumo

Europa Press Andalucía
Actualizado: jueves, 24 junio 2010 17:43

SEVILLA 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla (US) han iniciado un proyecto de excelencia dirigido a analizar en tilapias ('Oreochromis sp.'), especie de gran aceptación en los mercados, los contenidos de cilindrospermopsina (CYN), una toxina emergente producida por cianobacterias toxicas presentes en aguas superficiales, según informó Andalucía Innova en una nota.

En este sentido, tanto las Consejerías de Salud como la de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía han mostrado interés en conocer los procedimientos y conclusiones de este proyecto, denominado 'Transferencia y Bioacumulación de cilindropermopsina en pescados de consumo público a escala de laboratorio y evaluación de su toxicidad'. El grupo de la Hispalense, dirigido por Ana María Cameán Fernández, contará con el apoyo de la empresa Valenciana de Acuicultura, que asesorará y facilitará muestras de ejemplares.

Según aclaró, la proliferación masiva de cianobacterias productoras de toxinas en el medio acuático, denominadas cianotoxinas, es un "problema sanitario" cada vez mayor a nivel mundial, estimándose que el 25-75 por ciento de las mismas han dado lugar a episodios tóxicos. Así, indicó que aproximadamente unos 40 géneros de cianobacterias están implicados en la producción de cianotoxinas, que pueden clasificarse según sus efectos producidos sobre los sistemas y órganos a los que pueden afectar.

Entre todas ellas, los dos grupos de toxinas identificadas claramente como un riesgo tóxico para humanos son las Microcistinas (MC) y Cilindrospermopsinas (CYN). Las primeras son de las cianotoxinas más frecuentemente implicadas en los episodios tóxicos, y por ello existe una considerable bibliografía científica sobre las mismas.

Sin embargo, señaló que CYN y sus epimeros son prácticamente desconocidas, ya que las investigaciones llevadas a cabo son muy escasas". "Esta toxina ha sido el agente causal de intoxicaciones tanto en humanos (Australia, Brasil) como en ganado y se aisló por primer vez de un cultivo de Cylindrospermopsis raciborskii, obtenido de la reservas de agua de bebida que surtían a la poblacion de Palm Island, en Queensland (Australia)", explicó.

"La transferencia de esta toxina en moluscos está demostrada, afectando a la calidad y seguridad de este tipo de alimentos y suponiendo un riesgo potencial para el consumidor. Sin embargo, la bioacumulación de CYN en peces es completamente desconocida", aclaró la investigadora.

El grupo de la Hispalense evaluará los niveles tóxicos en aguas y tejidos de peces tras una exposición aguda y de dosis repetidas entre dos y tres semanas. Asimismo, valorarán las posibles afectaciones mediante estudios histopatológicos, con el objeto de establecer las relaciones dosis-efecto.

"Tras un periodo de depuración de los peces intoxicados, al menos 14 días, valoraremos cambios en el grado de bioacumulación junto a la posible recuperación de los efectos tóxicos inducidos por la toxina", prosigió la investigadora, que añadió que estos estudios de bioacumulación permitirán profundizar en la evaluación del riesgo tóxico por consumo de pescados proclives a estar contaminados por CYN, ya que servirán de base para el establecimiento de niveles guía adecuados, teniendo en cuenta la Ingesta Diaria Tolerable (IDT) provisional establecida.

En cuanto a los estudios 'in vivo', el equipo liderado por Cameán Fernández pretende conocer y profundizar en los mecanismos de acción tóxica, como por ejemplo, el extrés oxidativo, a nivel bioquímico y molecular.

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