Almería.-El control biológico de plagas logra una efectividad del 90% en 14.500 hectáreas, según los empresarios

Actualizado: jueves, 13 diciembre 2007 16:03

ALMERÍA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las técnicas de control biológico de plagas implantadas en 14.500 hectáreas de cultivo intensivo en la presente campaña agrícola en Almería han alcanzado una efectividad del 90 por ciento en las explotaciones de pimiento, tomate, berenjena, pepino, calabacín y judía, según se recoge en un informe presentado hoy por la Asociación Provincial de Empresarios Cosecheros-Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Almería (Coexphal-Faeca).

El documento, elaborado con los datos extraídos de las encuestas realizadas a 34 empresas que aglutinan la comercialización de 5.000 hectáreas, constata una mayor calidad en los frutos madurados sin la aplicación de fitosanitarios y concluye que el control biológico ha sido un éxito tanto por el aumento de la superficie de 1.400 hectáreas en la campaña 2006-2007 a las 14.500 hectáreas actuales, como por la adaptación de los insectos auxiliares.

Por productos, el pimiento es el cultivo donde más se ha apostado por estas técnicas tras la oleada de alertas sanitarias en los mercados de la UE en 2006 por el uso de materias activas no autorizadas. Con 6.000 hectáreas en las que el agricultor ha conseguido un eficacia del 97 por ciento frente al control químico.

El tomate ha triplicado la superficie bajo control biológico hasta alcanzar las 1.200 hectáreas aunque el nivel de éxito baja hasta el 90 por ciento. En tercer lugar se sitúa el cultivo de pepino con 500 hectáreas aunque es la hortaliza más receptiva con una viabilidad del 98 por ciento de la producción.

En berenjena el incremento de cultivo ha sido significativo pasando de las 100 hectáreas en la anterior campaña a las 351 hectáreas actuales donde se mantiene la media del 90 por ciento de éxito.

La producción de Control Biológico en calabacín ha alcanzado 2007/2008 las 250 hectáreas --de las que se han estudiado 207-- con un eficacia superior al 90 por ciento que contrasta con la implantación minoritaria de la práctica entre los productores de judias.