ALMERÍA, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
El centro de acogida temporal de inmigrantes habilitado en el puerto de Almería, con capacidad para 350 personas, comenzará a estar operativo hoy, según informó la Subdelegación del Gobierno central, que confirmó, asimismo, que los trabajos que provocaron el retraso de dos meses en su puesta en marcha continuarán a lo largo de la semana.
En declaraciones a los periodistas, el representante del Ejecutivo central en la provincia, Miguel Corpas, anunció que el acta de aceptación de la obra, cuyo importe ha ascendido a 2,9 millones de euros, se firmó ayer, por lo que las instalaciones modulares y prefabricadas podrán ser utilizadas "en cuanto sea necesario.
Un retraso en el suministro del mobiliario por parte de la empresa adjudicataria de la obra demoró la apertura del centro de acogida temporal que, según la previsión inicial, estaba fijada para pasado mes de junio si bien esta dilación no ha causado problemas debido al descenso en la llegada de inmigrantes en situación irregular con respecto a 2006.
Un intento de fuga frustrado y un posterior conato de motín motivaron la contratación por el procedimiento de urgencia para la construcción de esta instalación destinada a atender la necesidad de acogida temporal de inmigrantes ilegales que llegan a la costa almeriense para su identificación por parte de la Policía y hasta que se proceda o a su repatriación o a su traslado a un Centro de Internamiento de Extranjeros.
Los módulos tienen unas dimensiones de 2,70 metros por 8,10 metros, son de acero laminado en frío, tratados con pintura antioxidante y ocupan una superficie aproximada de 1.300 metros cuadrados, en los que se incluyen zonas de descanso, atención humanitaria, atención médica primaria, así como dependencias para la labor de la Policía Nacional.
Las instalaciones están dotadas, asimismo, de la correspondiente red de saneamiento, con los servicios necesarios y sistemas de renovación de aire y adaptados a la normativa vigente.
La estructura de la edificación es además portátil, de forma que, si el fin para el que se destina desaparece, las instalaciones pueden ser desmontadas y reutilizadas en el lugar donde fuese necesario.
