ALMERÍA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a once años de prisión a la joven a la que un jurado popular declaró culpable de la muerte en el verano de 2010 de un hombre que contactó con ella en la calle para mantener relaciones sexuales previo pago. El veredicto estimó probado que la acusada cometió un delito de homicidio al asestar a la víctima dos navajazos, uno de los cuales le atravesó el corazón, y que no lo hizo movida por el miedo o en defensa propia .
La sentencia de la Sección Primera, a la que ha tenido acceso Europa Press y contra el que cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), rebaja en 24 meses la pena solicitada por el fiscal al carecer D.C de antecedentes penales. El fallo tiene en cuenta, además, que tenía tan solo 18 años cuando perpetró el crimen y que "posiblemente estuviera condicionada por los peligros" que comportaba su "condición de prostituta".
Rechaza la magistrada, sin embargo, imponer la pena mínima de diez años interesada por el letrado de la defensa ya que la conducta de la joven "fue grave", mintió a los agentes de la Guardia Civil diciendo que la víctima se había marchado, lo que impidió que se le auxiliara de "manera inmediata", no "dudo" en presentarse como víctima al simular un robo y ocultó el arma homicida.
El jurado popular consideró probado tras la práctica de la fase testifical, pericial y documental que D.C. ejercía la prostitución en la carretera de Málaga a su paso por la capital, junto a la rotonda de Pescadería cuando en la madrugada del 10 de julio de 2010, la víctima, identificada como V.P. y compatriota de la joven, entabló contacto con ella y le propuso mantener relaciones sexuales.
La acusada, de nacionalidad rumana subió a la furgoneta del hombre y ambos emprendieron rumbo hacía la Autovía del Mediterráneo. A la altura del kilómetro 438 en dirección a Málaga V.P. paró el vehículo y, en ese momento, sin que se especifique el porqué en los hechos probados, ella esgrimió una navaja de entre 1 y 1,5 centímetros de hoja y diez centímetros de largo.
Entonces, con la intención de menoscabar la integridad de la víctima y sin descartar la posibilidad de darle muerte, le clavó el arma blanca en dos ocasiones en el pecho. Una de ellas le alcanzó el corazón y le causó la muerte mientras que la otra fue superficial ya que le afectó la piel pero no la perforó.
El fallo, que apunta que la discusión pudo comenzar por diferencias con respecto al coste de los servicios sexuales ya que él solo llevaba 20 euros en la cartera, condena a la joven a pagar una indemnización de 300.000 euros, tal y como pidió el fiscal, al hijo de V.P., quien en el momento de la muerte tenía 24 años y estaba casado. La viuda estaba embarazada y dio a luz apenas un mes después del crimen.
