Publicado 05/11/2025 15:05

La Junta impulsa una nueva Ley de Montes de Andalucía para "modernizar" la gestión forestal

La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, interviene en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno andaluz. A 5 de noviembre de 2025, en Sevilla (Andalucía, España).  El Consejo de Gobierno de la J
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Catalina García, interviene en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno andaluz. A 5 de noviembre de 2025, en Sevilla (Andalucía, España). El Consejo de Gobierno de la J - María José López - Europa Press

SEVILLA 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Gobierno ha aprobado en su reunión de este miércoles, 5 de noviembre, el proyecto de Ley de Montes de Andalucía (LEMA), cuya tramitación administrativa continuará a partir de ahora en el Parlamento por el procedimiento de urgencia, y que "prepara al sector forestal para los retos del siglo XXI, adaptando la normativa autonómica a los cambios sociales, económicos y tecnológicos que se han producido en las tres últimas décadas".

Así se subraya en la referencia del Consejo de Gobierno a propósito de esta iniciativa de la que ha dado cuenta en rueda de prensa la consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, quien ha apuntado que la previsión es que la ley pueda quedar aprobada en el Parlamento antes de que finalice la actual legislatura durante el próximo año 2026.

Según han explicado desde el Gobierno andaluz, esta nueva Ley de Montes sustituirá a la vigente Ley Forestal de Andalucía de 1992, anterior incluso a la estatal de 2003, una diferencia temporal que "ha generado a lo largo de los años vacíos y duplicidades que era necesario corregir". La actualización responde también al mandato del Plan Forestal Andaluz 2030, que en su adecuación más reciente "subraya la urgencia de revisar en profundidad el marco normativo forestal andaluz".

El objetivo es "construir una legislación coherente, moderna y eficaz, que facilite la gestión sostenible de los montes y contribuya al desarrollo del medio rural", según sostiene la Junta, que a través de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha impulsado este texto tras un proceso participativo en el que han intervenido administraciones, entidades locales, asociaciones, colectivos profesionales y ciudadanía.

La futura Ley de Montes se estructura en siete títulos, con 144 artículos, además de disposiciones adicionales, transitorias, derogatoria y finales. Su organización responde a un enfoque que "permite articular de manera coherente los diferentes ámbitos que integran la política forestal andaluza, reforzando su conexión con la normativa estatal y europea".

Entre las principales novedades del texto se encuentra la "modernización de la colaboración entre administraciones", de forma que la norma "consolida los convenios de cooperación entre la administración forestal autonómica y las entidades locales, garantizando la autonomía municipal y la corresponsabilidad en la gestión de los montes de titularidad local".

NUEVO CONSEJO ANDALUZ DE POLÍTICA FORESTAL

En el ámbito de la participación pública, se crea el Consejo Andaluz de Política Forestal y Biodiversidad, que sustituye al anterior Consejo Andaluz de Biodiversidad, amplía sus funciones y "se adapta a las exigencias actuales de planificación, gestión y conservación".

El texto corrige además la peculiaridad introducida en 1992 con la creación del Catálogo de Montes de Andalucía, que ahora pasa a denominarse Registro de Montes Públicos de Andalucía. La nueva denominación, según la Junta, "evita confusiones y establece una distinción clara entre los montes de carácter demanial y los patrimoniales", cada uno con su régimen jurídico propio.

También se unifica el sistema de usos y aprovechamientos, así como las normas de deslinde y recuperación posesoria, y se determina que todos los montes de titularidad autonómica se incluyan en el registro, reforzando su protección y garantizando su preservación como patrimonio forestal de todos los andaluces.

MONTE PROTECTOR

La LEMA introduce la figura del monte protector para los terrenos privados, en consonancia con la legislación básica estatal. Este reconocimiento "permite incentivar la conservación de estos espacios mediante ayudas específicas y beneficios para sus titulares, fomentando una gestión más sostenible".

En materia de información forestal, la norma incorpora por primera vez un título completo dedicado a la recopilación de datos, estadística y extensión forestal, y el texto aborda, igualmente, la recuperación del Fondo de Mejoras, una figura "crucial para la gestión de montes públicos catalogados", que se regula en la nueva ley dentro del marco legislativo básico.

La futura ley, además, "reconoce el papel fundamental de las ciencias forestales como base del conocimiento y de la gestión sostenible", así como con ella "se promueve la investigación, la experimentación y la transferencia tecnológica", incorporando el uso de nuevas técnicas vinculadas a la digitalización y la inteligencia artificial en la conservación y administración de los montes.

En esta línea, se prevé la creación de la Red Muestra, integrada por montes públicos y privados que "sirvan de ejemplo de gestión sostenible", y el desarrollo de un Programa de Divulgación Forestal que "acerque este conocimiento a la sociedad".

La formación y la educación forestal también adquieren protagonismo, impulsando la red de centros de capacitación y experimentación como espacios para la formación de profesionales del sector y la actualización de conocimientos técnicos.

Asimismo, la estrategia territorial se actualiza con una nueva delimitación de las comarcas forestales, mientras que, en materia de gestión forestal sostenible, la LEMA "abre la puerta a nuevos modelos tipo de planificación y fomenta la certificación forestal, e incorpora un mecanismo innovador para que los productos forestales con valor de mercado generados en actuaciones de mejora computen en el presupuesto de la intervención, reduciendo el gasto público y poniendo en valor los recursos del monte como motor de bioeconomía rural".

SIMPLIFICACIÓN ADMINISTRATIVA Y COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA

Por otro lado, la simplificación administrativa es uno de los "pilares" del texto, de forma que "muchos procedimientos de autorización se sustituyen por declaraciones responsables".

Además, el texto "refuerza el apoyo a la ganadería extensiva, reconociendo su importancia en la conservación de los ecosistemas forestales y en la prevención de incendios".

La gestión forestal sostenible se contempla también como "una herramienta esencial en la lucha contra el cambio climático", y la ley considera las actuaciones de repoblación, restauración y selvicultura activa como "proyectos de absorción de emisiones, en línea con la normativa climática andaluza y estatal".

Junto a ello, se regula por primera vez el concepto de servicios ambientales, estableciendo las bases para un sistema justo de compensación a los titulares de terrenos forestales por los beneficios que sus montes aportan a la sociedad, como la captura de carbono, la protección del suelo o la regulación hídrica.

Asimismo, el texto dedica especial atención a la prevención y restauración frente a los incendios forestales, "reforzando el marco normativo que ya establece la Ley de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales de 1999".

En el ámbito del fomento forestal, se incentiva la actividad de empresas, industrias y cooperativas que cuenten con personal cualificado, y se crea el Registro Andaluz de Empresas, Industrias y Cooperativas Forestales.

Igualmente, la ley promueve ayudas específicas para la renovación del parque de maquinaria forestal, el desarrollo de la innovación y la digitalización, y la mejora de la competitividad de las industrias andaluzas vinculadas a la madera, el corcho y otros productos forestales.

Por último, la LEMA también impulsa la colaboración público-privada mediante la creación de entidades selvícolas de colaboración que "facilitarán la ejecución de actuaciones de gestión forestal sostenible por cuenta de la administración o de los titulares de los montes, mejorando los plazos de resolución y optimizando resultados", y establece un régimen de responsabilidades "proporcionado y equilibrado, orientado a prevenir, minimizar o restaurar los daños que puedan producirse, reforzando la defensa de la integridad de los montes andaluces".

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