Actualizado 10/02/2010 18:37

Culmina la primera semana de rodaje de 'La mitad de Óscar', con localizaciones en la provincia

ALMERÍA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

El director almeriense Manuel Martín Cuenca, conocido por sus títulos 'La Flaqueza del Bolchevique' y 'Malas temporadas', ha culminado la primera semana de rodaje del que será su tercer largometraje, 'La mitad de Óscar', una película que trata la historia de un amor imposible y entreverada de secretos, cuyas escenas principales se ruedan en la provincia de Almería.

Así, el film, protagonizado por Rodrigo Saénz de Heredia y Verónica Echegui, cuenta además con la colaboración especial de Antonio de la Torre y la participación de Dennis Deyrie y Manuel Martínez Roca, entre otros actores; muestra espacios seleccionados por el director debido a su afinidad con los mismos como son algunas zonas de la capital, Cabo de Gata, La Isleta, la Playa de los Genoveses o el municipio de Enix, según indicó en una nota.

Producida por La Loma Blanca Producciones Cinematográficas con la coproducción de 14 Pies Audiovisual y el ICAI --Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos--, la película ha contado con la aportación de la Diputación de Almería, el Patronato de Turismo, el Ayuntamiento de Almería y la participación de Canal Sur Televisión.

De esta manera, 'La mitad de Óscar' se presenta como una historia "arriesgada y argumental" con resonancias de tragedia griega o de "western trágico", un aspecto que viene dado gracias a los espacios que se destacan como parte esencial del film.

El título juega con el misterio, acercándose a 'thriller' intimista en el que las claves necesarias para entender lo que ocurre se descubren poco a poco al mismo tiempo que los personajes, de forma que se intenta encontrar una respuesta "al nudo que atenaza el corazón del protagonista", pero sin poder hacerlo, porque la naturaleza de su conflicto "es imposible de resolver".

SINOPSIS

Óscar tiene 30 años, vive solo y es guardia de seguridad en una salina. Su vida consiste en ir cada día al trabajo, ponerse el uniforme, colgarse la pistola y sentarse a mirar montañas y montañas de sal. Al mediodía suele recibir la visita de Miguel, un antiguo guardia jubilado. Miguel llega desde Almería en bicicleta, trae siempre comida para almorzar con Óscar.

Cada día, cuando termina el turno, Óscar se cambia de ropa, toma el autobús y vuelve a casa. Allí lo primero que hace es mirar el buzón, pero nunca hay cartas o, al menos, la carta que él espera.

Un día la rutina se rompe y Óscar llega a la residencia de ancianos donde está su abuelo, su único familiar que además padece Alzheimer, el cual enferma y es llevado al hospital. Así, la directora del centro le cuenta que han avisado a su hermana, de la cual hace dos años que no sabe nada y cuya llegada comenzará a destapar la trama.