HUELVA, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, ha concluido las obras de rehabilitación y consolidación del castillo de Cala, una fortificación datada entre finales del siglo XIII y principios del XIV que conforma, junto a otros castillos de la comarca serrana onubense --ubicados en Aroche, Encinasola, Cumbres de San Bartolomé, Cortegana, Cumbres Mayores, Aracena y Santa Olalla del Cala-- la conocida como Banda Gallega, un sistema defensivo del reino de Sevilla contra eventuales ataques portugueses-. Para esta actuación, con la que se ha resaltado el conjunto monumental, Cultura ha invertido un total de 953.024 euros.
La inauguración de las obras, financiada con fondos Feder --dentro del programa operativo Andalucía 2007-2013--, ha tenido lugar este lunes con la presencia de la directora general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura, Margarita Sánchez, quien acompañada por el delegado de Cultura en Huelva, Juan José Oña, y el alcalde de Cala, Fidel Casilla, han podido comprobar 'in situ' los resultados de esta intervención. En este sentido, la directora general ha destacado "la importancia de actuar en el patrimonio defensivo andaluz, el cual tiene una referencia de primer orden en la provincia de Huelva".
Igualmente, ha subrayado que la intervención llevada a cabo en Cala demuestra el compromiso de la Consejería de Cultura por la recuperación de una fortaleza que es parte esencial de la identidad y la historia de este municipio onubense, recuperando así no sólo un monumento, sino "parte del pasado de todos los habitantes de Cala". Ése, ha añadido, "es el espíritu del Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía, que tan buenos resultado está dando" y por el que, ha subrayado, "vamos a seguir apostando".
El castillo de Cala presenta el más alto régimen de protección patrimonial, estando inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés General (BIC), con la Categoría de Monumento en virtud del Decreto 397/2008.
Las obras de restauración y puesta en valor del castillo son el resultado de un proceso de intervención que partió de estudios histórico-arqueológicos que permitieron un conocimiento profundo de la realidad patrimonial del inmueble antes de definir las estrategias de intervención sobre el mismo. La propia acción restauradora estuvo acompañada de la continua supervisión arqueológica de los trabajos, aportando nuevos resultados que permitieron un mayor conocimiento del castillo y permitieron la integración de tales hallazgos en el proyecto de restauración.
Las obras de restauración han pretendido en primera instancia garantizar la adecuada conservación del inmueble que presentaba graves patologías que pudieren haber supuesto la pérdida de parte de sus lienzos y su ruina definitiva con la consecuente pérdida patrimonial que ello hubiese conllevado.
Conocidas, como resultado de los estudios arqueológicos, las cotas de los paseos de ronda, y localizadas escaleras y cotas de patio de armas, se postuló una restitución volumétrica del castillo allí donde la prevalencia de los lienzos permitía esa restitución, coincidentes con la 'fachada urbana' del recinto fortificado. El castillo ha recobrado así en buena parte de su perímetro su conformación original, habiéndose diferenciado las fábricas recrecidas de las originales por un sutil contraste en la formulación de las fábricas y una capa de sellado de mortero de cal que separa físicamente ambas fases edilicias.
El lienzo noreste al estar muy deteriorado simplemente se consolidó disponiendo a la cota de paseo de ronda una pasarela que permitiese enlazar y cerrar el recorrido perimetral del recinto intramuros, diferenciando tal acción contemporánea, así como todos aquellos elementos construidos ex novo, tales como escaleras o barandillas, para los que se han dispuesto acabados metálicos en acero corten o galvanizado de elevada neutralidad, netamente diferenciables de los elementos originales.
INTEGRACIÓN DE RESTOS ARQUEOLÓGICOS
Se han recuperado las cotas de paseo de armas y recuperado los drenajes originales, habiéndose integrado los restos arqueológicos localizados en las excavaciones realizadas en la esquina correspondiente a la torre C y las realizadas en el área de la poterna, así como la correspondiente al silo o depósito integrada en la torre que flanquea al acceso al castillo, torre en la que se han recuperado los vanos.
El castillo de Cala pudo ser construido a finales del siglo XIII, en el mismo período histórico y siguiendo el mismo sistema constructivo que castillos como los de Encinasola y Cumbres de San Bartolomé, siendo su edificación promovida por el Concejo de Sevilla, en el límite norte de su alfoz, limitando con las encomiendas de la Orden del Temple y de Santiago. Su posible origen islámico es descartable ante la ausencia de restos arqueológicos anteriores a la reconquista cristiana. Seguramente tuvo la función de albergar a una pequeña guarnición militar, debido a sus reducidas dimensiones.
El Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía (PADA) viene desarrollando un importante programa de conservación de patrimonio histórico con actuaciones de restauración fundamentadas en la aplicación de una metodología con base en el conocimiento del bien, a través de sus correspondientes procesos de investigación y estudios previos, y en la adecuación de los proyectos a las características y circunstancias de cada inmueble.
En concreto, en la provincia de Huelva se ha procedido en los últimos meses a la restauración de los lienzos del castillo de Aroche, del Fuerte de San Felipe, en Encinasola, o a la puesta en valor y restauración de Torre Canela, la construcción del centro de recepción de visitantes del castillo de Sancho IV, en Cumbres Mayores, entre otros.
