Actualizado 27/04/2010 23:44

Pérez-Reverte cree que 'El Asedio' fue un trabajo "complejo" pero ha logrado superar el "impacto de salida"

SANTANDER, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

El escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte consideró hoy que su última novela; 'El asedio', inspirada en el cerco napoleónico a la ciudad de Cádiz a comienzos del siglo XIX, ha sido una obra "compleja" de elaborar, si bien opinó que ya ha logrado superar el "impacto de salida".

Durante la promoción de esta novela en Santander, Pérez-Reverte señaló que en realidad él escribe "siempre la misma novela", que forma parte de un "territorio" que "va desarrollando" en cada nuevo trabajo, haciendo "incursión más en ese mapa". De 'El asedio', afirmó que ha sido un trabajo "complejo", con "muchas tramas", al confluir historias de amor folletinesco, de aventuras o de ambiente marinero.

En ella ha aprovechado para "vaciar el saco" y "quitarse de encima dos o tres historias que me acompañaban", pues teme que "lo que no escribes quizás muera contigo".

Y añade que después de dos meses de promoción ha comprobado que es una novela "eficaz", que logra superar el "impacto de salida" que tiene por su "marca de autor", habiendo conseguido pasar de la "marca de venta" a la "marca de calidad".

'EL ASEDIO'

El asedio' parte de los cadáveres de mujeres jóvenes que aparecen desolladas a latigazos en lugares, donde antes del hallazgo, ha caído una bomba francesa. Así, según señaló, se traza sobre la ciudad un mapa superpuesto y siniestro, un tablero de ajedrez donde la mano de un jugador oculto, un asesino despiadado, el azar, las curvas de artillería, la dirección de los vientos, el cálculo de probabilidades, mueve piezas que deciden el destino de los protagonistas.

Entre los personajes que los lectores conocerán se encuentran un policía corrupto y brutal, la heredera de una importante casa comercial gaditana, un capitán corsario de pocos escrúpulos, un taxidermista misántropo y espía, un enternecedor guerrillero de las salinas y un excéntrico artillero a quien las guerras importan menos que resolver el problema técnico del corto alcance de sus obuses.