Actualizado 05/03/2013 18:52

Los hogares andaluces reducirían su factura energética en 258 millones con medidas de ahorro y eficiencia

SEVILLA 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los hogares andaluces podrían reducir su factura energética en 258 millones con medidas de ahorro y eficiencia, según los resultados de la octava edición del Índice de Eficiencia Energética, realizado por Gas Natural Fenosa.

La energía susceptible de ser ahorrada en Andalucía, 242.000 toneladas equivalentes de petróleo, es similar a la que consumen 16,3 millones de ordenadores encendidos durante un año o la energía necesaria para producir agua caliente para un millón y medio de hogares.

Un mejor uso de la energía podría, además, ahorrar la emisión a la atmósfera de 682.790 toneladas de dióxido de carbono (CO2), una cantidad similar a la que emitirían 171 vuelos de ida y vuelta entre España y Australia.

El Índice de Eficiencia marcó en 2012 en Andalucía una puntuación de 6,67, cifra que presenta un ligero retroceso respecto de 2011 (6,69). En relación con el primer estudio de 2004 (6,03), el Índice ha experimentado una mejoría en esta Comunidad autónoma del 10,6 por ciento, la segunda Comunidad (tras Cataluña, con un 10,7% de mejoría) que más ha mejorado en este apartado.

Los hogares andaluces son significativamente más eficientes que el conjunto de los hogares españoles. De hecho, su índice global, 6,67, es el cuarto mejor de todas las comunidades autónomas. Además, en Andalucía, los índices energéticos de mantenimiento y cultura energética son significativamente superiores a los de la media de España.

Esta edición es la segunda desde 2004 en la que el Índice sufre un estancamiento a nivel nacional. Es significativa la disminución del índice de control energético, provocada por un descenso en hábitos que parecían consolidados, como el uso eficiente de electrodomésticos o el apagado de los equipos del hogar cuando no se utilizan.

La encuesta ha detectado además un descenso de los usuarios con electrodomésticos y calderas eficientes, que coincide con el envejecimiento de los equipos y la menor disposición en 2012 de recursos para los llamados Planes Renove.

El estudio revela que se mantienen hábitos eficientes, como apagado de la calefacción cuando no se utiliza, el uso de lavadora y lavavajillas en carga completa, o la revisión anual de la caldera, pero existe tendencia a la baja en aspectos relacionados con el control energético.

Otros aspectos en los que los hogares necesitan mejorar son, por ejemplo, el desconocimiento del nivel del consumo de los electrodomésticos y de los sistemas de reducción de caudal en el agua. Además, en el capítulo de equipamiento, se detecta que las calderas están situadas inadecuadamente o que los hogares no cuentan con interruptores para encender las luces de forma independiente.

En cambio, en esta ocasión ha aumentado el porcentaje de encuestados (59%) que considera que el ahorro de energía es más importante que antes de la crisis. También se ha incrementado el porcentaje de quienes muestran su preocupación por el medio ambiente (82%). Sin embargo, esto no ha acelerado la adopción de hábitos eficientes.

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