Córdoba Laica critica a Antonia Reyes por equiparar cargos públicos con "jefes religiosos"

Actualizado: jueves, 7 abril 2011 17:41

CÓRDOBA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

A tenor de las visitas que ha realizado el obispo de Córdoba a colegios públicos, con autorización de éstos, la Asociación Córdoba Laica ha criticado a la delegada de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba, Antonia Reyes, por equiparar a cargos públicos con "jefes religiosos" en cuanto a sus visitas a colegios públicos.

A través de un comunicado, Córdoba Laica ha lamentando la actitud de Reyes, en relación con la polémica suscitada por las críticas de IU a las visitas realizadas por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, a centros educativos públicos de Córdoba y provincia, con autorización de éstos. Entiende dicha asociación que la delegada de Educación, como le ha solicitado, "hace varias semanas", debe darle a dicho colectivo "las explicaciones oportunas sobre los objetivos y el desarrollo de dichas visitas", lo cual aún no ha ocurrido.

En cambio, las declaraciones de Reyes a los medios de comunicación les parecen a esta asociación que son "impropias de una responsable de un Estado aconfesional, máxime cuando tiene la responsabilidad de los centros públicos de Educación, en primer lugar por "equiparar la participación de cargos públicos electos en actos institucionales o formativos en los centros educativos, casi siempre a petición de éstos, con la de jefes religiosos, a iniciativa propia, y con claros objetivos proselitistas"

Para Córdoba Laica, "que el alumnado conozca el funcionamiento del sistema democrático, las opciones y las propuestas de los distintos partidos políticos, debe ser parte del programa educativo para la formación de ciudadanos y ciudadanas en todos los centros educativos", mientras que lo que habría hecho Reyes, al informar a los colegios del deseo del obispo de visitarlos, supone, según este colectivo, "una subordinación de la Delegación a una determinada confesión religiosa".

Tampoco ve bien Córdoba Laica que los consejos escolares de cada centro decidieran por sí mismos si querían o recibir la visita del obispo, y "favorecer este tipo de proselitismo ejercido sobre menores indefensos, obligados a permanecer en el centro, al margen de la opinión de sus propias familias, atenta contra el derecho de los menores a ser respetados y a no ser adoctrinados".