Innova.- Un investigador andaluz coordina un proyecto Europeo que desarrolla una silla de ruedas inteligente

Actualizado: martes, 11 septiembre 2007 19:20

SEVILLA, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

El científico onubense José del Rocío Millán, que trabaja en el instituto Dalle Molle de Inteligencia Artificial (IDIAP) en Martigny (Suiza), coordina un proyecto europeo, denominado MAIA, que desarrolla una silla de ruedas inteligente la cual utiliza tecnologías que captan el sistema neuronal del individuo, para así interpretar las señales cerebrales de forma instantánea y, a continuación, desarrollar un mecanismo que pueda responder a esas instrucciones y dirigir la silla de ruedas con gran precisión.

En un comunicado, la Consejería de Innovación, ciencia y empresa explicó que el proyecto financiado con cargo al VI Programa Marco supone una de las aplicaciones "no invasivas que podrían controlarse con el software de interfaz cerebral" ideado por los investigadores.

Asimismo, indicó que entre otras aplicaciones, se puede encontrar, por un lado, un robot que ayuda a alcanzar y manipular objetos y, por otro, "cómo afrontar situaciones de emergencia, por ejemplo, si se averían la silla de ruedas o el brazo del robot".

Los pensamientos humanos crean impulsos en determinadas zonas del cerebro que son recogidos por la interfaz cerebral mediante electrodos y electroencefalogramas portátiles colocados en el cuero cabelludo del usuario, que son digitalizados y analizados con posterioridad, según indicó la Consejería.

"Este dispositivo combina la inteligencia humana con la inteligencia de esta silla de ruedas", explica José del Rocío Millán. "Cuando un usuario ejecuta una tarea mental, por ejemplo al imaginar el movimiento de su brazo derecho, cada una de estas acciones se encuentra asociada con un control avanzado de la silla de ruedas, por ejemplo, para girar a la izquierda o continuar hacia adelante."

El consorcio de este proyecto ha realizado con éxito varios experimentos, entre los cuales se encuentran dos series de pruebas con usuarios capaces mentalmente de conducir la silla de ruedas por un pasillo laberíntico. "Pero necesitamos ser cautos y no crearnos expectativas demasiado pronto, ya que aunque la silla funcione bien en el laboratorio, puede que no ofrezca la seguridad necesaria para hacerlo fuera", advirtió Millán.

Según la Consejería, el objetivo de este proyecto, que continuará funcionando hasta finales de año, será experimentar con la silla de ruedas para probarla con la "esperanza de que consiga la validación clínica". Así, afirmó que Millán confía en que la labor del proyecto destierre la idea de que las sillas de ruedas controladas con la mente son "cosa de ciencia ficción".

NAVEGACIÓN POR PALABRAS.

Un grupo de investigación de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de Málaga ideó un sistema de navegación que dota de inteligencia a la silla de ruedas, de forma que es capaz de transportar al usuario hasta el punto donde éste le indique de manera automática con el "simple uso de la palabra", según informó la Consejería de Innovación.

Una orden de voz es suficiente para que la 'silla-robot' se ponga en dirección al destino convenido. Sólo es necesario que el usuario y su transporte hablen en los mismos términos. "Lo primero es que la silla aprenda cómo el discapacitado entiende y representa el mundo", aseguró el director del proyecto, Javier González.

Una vez que el robot reconoce los nombres y términos con que el usuario se refiere a los lugares, está listo para funcionar. González aseveró que no necesita memorizar planos, ya que "se mueve de forma inteligente gracias a su sistema de sensores". Así, la silla es capaz de construir sus propios planos y buscar rutas por sí misma transformando las órdenes verbales en coordenadas geométricas.

La Consejería indicó que el modelo está pensado para interiores como oficinas, viviendas e incluso centros comerciales y hospitales, afirmando también que una de las características más importantes del robot es la detección de posibles barreras en el camino, por ejemplo, otros viandantes, y la "virtud" de esquivarlos.

Asimismo está capacitado para averiguar alternativas cuando encuentra puertas cerradas o caminos bloqueados, incluso cuando no encuentra opciones pide ayuda humana, por ejemplo, para llamar al ascensor, y una vez recibida prosigue con su cometido.

El sistema de navegación fue implantado en un modelo comercial de silla motorizada y además de los sensores los investigadores instalaron una serie de extras que radican en una 'webcam', que localiza obstáculos o irregularidades del suelo, y en un ordenador de abordo portátil para simplificar su configuración.

Cuenta también con conexión inalámbrica a internet que "permite desde llamar por teléfono hasta descargar datos como planos de edificios donde el robot no está entrenado", admitió González.