SEVILLA, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de las tres cuartas partes de la producción del pimiento en la región, y, en especial en Almería, con un 86,7 por ciento del total, donde se concentra la mayoría de los cultivos, aplica ya técnicas de control integrado basado en un menor uso de los insecticidas y en la utilización de diferentes organismos de control biológico para el control de plagas, además del uso de medidas preventivas.
Según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press, en Almería de las 6.000 hectáreas que se dedican a la producción de pimiento en la última campaña, más de 5.200 ya utilizan este método de lucha biológica, aunque sólo 4.500 están acogidas al plan nacional que regula las ayudas para estos métodos. Del mismo modo, en Cádiz y Granada, que cuentan con unas 175 hectáreas dedicadas al cultivo, tan sólo el once por ciento y el seis por ciento, respectivamente se acogen a las ayudas estatales, según indicaron fuentes de la Junta.
En este sentido, las organizaciones agrarias, Asaja y Coag aclararon que el uso de las técnicas de control integrado abarcan la "práctica totalidad" de los cultivos, aunque "muchos de ellos han quedado fuera del plazo de solicitud de ayudas".
Por su parte, la coordinadora de la unidad de lucha integrada del centro del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de Agricultura Ecológica (Ifapa) de la Mojonera en Almería, María del Mar Téllez, señaló que este sistema integra diferentes medidas de control de plaga, dando prioridad al uso de organismos de control biológico, como parasitoides, depredadores y organismos entomopátogenos (como virus, hongos o bacterias) y subrayó que, en estos momentos, existe un 'boom' de implantación de este tipo de técnicas, que se prevé que siga aumentando a un ritmo rápido, ya que "nunca ha existido una demanda tan importante", recordó.
Téllez matizó que la lucha integrada constituye una alternativa "firme" a control de plagas exclusivamente químico y, en algunos casos, se establece como la "única posibilidad" para combatir las plagas, como es el caso del pimiento. En este sentido, señaló que contra la mosca blanca del pimiento la materias primas convencionales "no son eficientes" y hay que recurrir a los métodos naturales.
También aclaró que éste método no descarta la utilización de todos los tipos de insecticidas, ya que existen algunos que sí pueden ser usados, pero estos productos "restringidos, limitados y compatibles con el sistema natural son muy limitados".
Asimismo, apuntó que estos tratamientos son totalmente inocuos para los humanos y también para otros insectos, pero advirtió que hay que ser "muy cuidadosos" y conocer bien como interactúan estos organismos entre sí. "No es tan fácil como comprar un insecticida y punto, se trata de un método de lucha con tácticas y estrategias bien determinadas", agregó.
Destacó además la importancia del uso de medidas preventivas, como tener bien aislado los invernaderos con doble acristalamiento para que no entren plagas o situar junto a los cultivos plantas que atraen a especies "beneficiosas" para el buen desarrollo de la producción, además de poner mallas densas y eliminar las malas hierbas.
Desde este centro se dan prioridad, en el ámbito de la lucha biológica a tres proyectos como son el destinado a eliminar el problema el picudo rojo de la palmera, la selección de plantas refugio para conservación y crecimiento de enemigos naturales en cultivos hortícolas, y la mejora de los procesos de lucha biológica como los insectos vectores, como moscas blancas o trips.
"Aún hay mucho por hacer, no se pueden aparcar las investigaciones porque existen muchas especies que investigar y tratar y nuevas plagas que pueden ir surgiendo", concluyó.
En estos momentos, el centro está llevando a cabo una campaña de difusión de este tipo de técnicas entre los agricultores, mediante la distribución de alrededor de 2.000 ejemplares de folletos informativos acerca de los insectos beneficiosos para los cultivos y de los métodos de lucha contra las plagas.
