Málaga.- Sucesos.- Las dos turistas atropelladas en calle Larios evolucionan favorablemente dentro de la gravedad

MÁLAGA, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las dos turistas atropelladas por el ex guardia civil el pasado sábado 30 de agosto cuando éste irrumpió con su vehículo en la calle Marqués de Larios de Málaga, una mujer alemana de 62 años y otra italiana de 42 años de edad evolucionan favorablemente dentro del estado de gravedad que presentan en el Hospital Regional Carlos Haya, centro en el que están ingresadas, según informaron fuentes del citado hospital.

Así, resaltaron a Europa Press el estado "muy grave" que presenta la turista italiana, quien tuvo que ser intervenida el mismo sábado y está ingresada en la UCI. Por su parte, la mujer de 62 años se encuentra en estado "grave" y permanece también ingresada en la destacada unidad.

De los nueve heridos que tuvieron que ser atendidos tras el suceso, sólo son estas dos mujeres las que continúan ingresadas. Ambas presentan traumatismo craneoencefálico.

PRISIÓN SIN FIANZA PARA EL ACUSADO

El juez del Juzgado número 7 de Málaga ordenó ayer a primera hora de la noche el ingreso en prisión sin fianza del hombre acusado por el atropello múltiple. El magistrado lo acusa de un delito de homicidio en grado de tentativa. Así, fuentes judiciales aseguraron que durante el proceso se concretarán el número de delitos que se le imputan, dada la existencia de varias víctimas.

El ex guardia civil fue trasladado al Palacio de Justicia a primera hora de la mañana de ayer. No obstante, su declaración no se realizó hasta la noche. Fue entonces cuando el juez, una vez recabada toda la información sobre el suceso, así como los expedientes sanitarios de los heridos y los informes sobre la salud mental del acusado, decretó que no era necesario su internamiento en un centro psiquiátrico.

Ésta fue la petición de la defensa, tras acreditar "el trastorno delirante de tipo persecutorio" que le había sido diagnosticado al acusado en 1998, pero el magistrado resaltó que el informe realizado por dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Málaga mostraba que aunque ingresara en prisión, allí podría recibir tratamiento a su enfermedad.