SEVILLA, 7 May. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio está elaborando un nuevo reglamento para la preservación del cielo nocturno andaluz, una norma que actualizará la anterior para adaptarla a los avances científicos y tecnológicos e incorporar la experiencia adquirida en la última década de trabajo.
Según informa la Junta de Andalucía en una nota, por el momento, la Consejería ha concluido el trámite de consulta pública previa para que los diferentes agentes sociales puedan realizar sus aportaciones antes de iniciar la redacción de dicha normativa, aunque su tramitación contempla también una fase posterior de información pública.
Igualmente, ha organizado unas jornadas provinciales para promover la participación de los profesionales públicos y privados en la elaboración del nuevo reglamento y para concienciarlos en la necesidad de diseñar un alumbrado exterior sostenible que compatibilice la protección de la oscuridad natural de la noche con la seguridad y comodidad de la población en las zonas habitadas.
En este sentido, desde la Junta destacan el papel que juega la Administración local en la preservación del cielo nocturno y la importancia de la colaboración con el resto de las administraciones para coordinar recursos y optimizar la gestión.
En el marco de estas jornadas la Consejería ha puesto a disposición del sector el instrumento 'QskyMap', un mapa que da a conocer la calidad del cielo nocturno andaluz y cuya explotación permite adoptar medidas destinadas al fomento del cielo como recurso económico. No en vano, el cielo de calidad como seña de identidad de Andalucía es, "sin duda, un motor de desarrollo que proporciona un empleo verde cualificado en los sectores de astroturismo, consultoría ambiental e I+D+I".
El reglamento de protección del cielo nocturno frente a la contaminación lumínica sienta las bases para preservar el cielo andaluz como patrimonio natural, mediante la inclusión de criterios ambientales en el diseño del alumbrado público.
De este modo se consigue reducir el impacto en los hábitats naturales más sensibles, evitar la intrusión del alumbrado exterior en el ámbito privado, garantizar el buen funcionamiento de los observatorios astronómicos y mejorar la eficiencia energética, explica la Junta.
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