GRANADA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Ambiente ha firmado hoy un convenio con el Ayuntamiento de Íllora (Granada) para recuperar y adaptar las fuentes naturales del municipio y poder proteger diversas especies de anfibios amenazados, fundamentalmente el sapo partero, declarado como de especial interés en la Ley de Flora y Fauna Silvestre de Andalucía y que tiene uno de sus principales núcleos de población en la provincia.
El acuerdo permitirá la intervención en tres fincas, ubicadas en el paraje de Fuente alta, Fuente del Rosal y Fuente de Sierra Pelada, en las que se ha diseñado una infraestructura adecuada a las características de esta fauna consistentes en abrevaderos estrechos, alargados y de poca profundidad, a los que se les añade unas rampas en sus extremos que facilitan la entrada y salida de anfibios y evitan que cuando se hiele, la presión se ejerza hacia el fondo, donde están las larvas invernantes, o hacia las paredes, provocando la rotura de las mismas.
Una vez recuperadas la fuente se tratará de conservarlas con una gestión mínima y periódica que tenga en cuenta los usos tradicionales y a su vez la conservación de la biodiversidad, informó hoy en rueda de prensa el delegado provincial de Medio Ambiente, Francisco Javier Aragón.
La firma del convenio se enmarca en el 'Programa de Actuaciones para la Conservación de Anfibios Amenazados en Andalucía' que se inició hace algunos años y cuya finalidad es incrementar las probabilidades de viabilidad a largo plazo de la población andaluza, así como conocer la evolución demográfica y disminuir las principales amenazas en los hábitat críticos.
El sapo partero, que es la principal especie que se ha encontrado en la zona, es un sapo de pequeño tamaño que alcanza una longitud de 50-55 mm. Su piel es relativamente lisa con un diseño de manchas parduscas o verd osas sobre fondo claro, con zonas más claras entre los ojos y hocico. Los ojos son grandes con pupilas verticales oscuras, el hocico corto y puntiagudo y el tímpano redondo situado detrás de los ojos. Es una especie característica de zonas de montaña, entre 700 y 2200 metros de altura. Se pueden encontrar en pinares, encinares, robledales, paisajes abiertos y rocosos, en fuentes y albercas tradicionales.
Los anfibios amenazados están sufriendo diversos problemas, normalmente relacionados con la escasez de puntos de agua, su aprovechamiento al máximo o la suciedad de estas láminas.
"Con estos convenios pretendemos por tanto ejecutar actuaciones que beneficien a las dos partes implicadas, es decir, los intereses de la propiedad y la conservación de los anfibios amenazados y este caso el sapo partero más concretamente", explicó Aragón, que informó además que Medio Ambiente desarrollará cerca de una decena de programas similares más para la protección y conservación de especies amenazadas en la provincia.
