La calidad es "excelente", pues las condiciones climáticas hasta la fecha han sido favorables
CÓRDOBA, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
La campaña de algodón 2013/2014 en la provincia de Córdoba comenzará en breve con una importante producción, además del peso que todavía tiene en la economía y el empleo en la provincia, de manera que se espera una cosecha buena, todo ello con la previsión de alcanzar en total los 20 millones de kilos de algodón, que hasta el momento tiene una calidad muy buena, salvo que llueva, ya que los pronósticos apuntan a precipitaciones para los próximos días.
Según informa en una nota la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Córdoba, en la provincia cordobesa hay unas 5.700 hectáreas de algodón. En esta campaña se prevé una producción superior a los 20 millones de kilos y se espera que el alza del precio internacional del algodón tenga repercusión positiva sobre los precios que se paguen a los agricultores.
La calidad es "excelente", pues las condiciones climáticas hasta la fecha han sido favorables y la incidencia de plagas como el 'heliothis', la araña roja o earias ha sido inferior a otras campañas. El algodón tiene todavía importancia económica y social en Córdoba, ya que no en vano aporta a la producción final agraria más de 20 millones de euros y genera más de 60.000 jornales.
En esta campaña, respecto a la del año pasado, se observa un ligero retraso, debido fundamentalmente al año climatológico en curso, con altas precipitaciones, retrasos en la siembra y temperaturas suaves, presentando por ello una calidad excelente, buen estado sanitario, gran desarrollo vegetativo y unas cápsulas apropiadas de tamaño.
No obstante, los problemas a los que se enfrenta el sector son varios y de "difícil solución", pero desde UPA-Córdoba siguen demandando el mantenimiento de las ayudas acopladas en la nueva PAC que se aplicará a partir de la campaña 2015; la recuperación de las ayudas agroambientales a la producción integrada de algodón; la puesta a disposición de los agricultores materias activas sustitutivas de las que se han suprimido para combatir las plagas y enfermedades del cultivo; o la competencia real entre las desmotadoras que evite los acuerdos para fijar precios de compra que perjudican a los productores, todo ello con el objetivo de garantizar la supervivencia.
