La CHG apunta a una "fantástica" mejora en los índices de vertidos desde la absorción de los servicios de comisaría

SEVILLA 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha incidido en la "fantástica" mejora que han experimentado los índices de reducción de vertidos al cauce fluvial desde que comenzó a plantearse, "con mucha seriedad", la construcción de balsas para residuos del olivar y desde que el organismo de cuenca absorbió los servicios de comisaría.

"Ello permitió que pudiera aprovecharse toda la infraestructura de un organismo más fuerte", ha señalado en una entrevista concedida a Europa Press el presidente de la CHG, Antonio Ramón Guinea, que ha incidido en que episodios como el reciente vertido de orujo en Córdoba "pasan pero no son nada frecuentes, sino excepcionales".

En este sentido, la confederación ha asegurado que habrá una sanción "importante" contra la empresa Oleícola El Tejar por el vertido, detectado en principio a la altura de El Carpio y que llegó a la capital cordobesa. El expediente de sanción está en instrucción después de que se incoara, pero "todavía falta interpretar y calificar el detalle de la valoración de daños".

A su juicio, "es pronto para avanzar cuál es el final del expediente", pero ha aseverado que "habrá una sanción importante, porque importante fue el volumen del vertido", si bien considera que "hay que dar tiempo a que la maquinaria administrativa y legal termine de sacar sus conclusiones".

Se trató, según explica, de un vertido "llamativo" en tanto que contaba con una enorme carga orgánica, que propició un episodio de mortandad de peces "muy desagradable pero pasajero, pues la carga de oxígeno, por las características del vertido, disminuye a mucha velocidad pero igualmente éste se recupera con facilidad con la llegada de agua fresca".

Para combatir estos casos, la CHG cuenta con un plan permanente de vigilancia del servicio de guardería, el control de vertidos o la toma de muestras periódicas de los vertidos principales a las salidas de las ciudades. No son programas específicos de actuación, sino la labor de "todos los días" que, ciertamente, desemboca a menudo en planes concretos de inspección.

Ramón Guinea ha recalcado la colaboración "absoluta" con el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil o con los ayuntamientos, "que de hecho muchas veces acaban siendo los sancionados si no hay depuración y no se determina el culpable".

"Las sanciones en materia de vertidos son muy altas, y se alcanza con mucha facilidad la calificación de 'grave' o 'muy grave', con umbrales de daños al dominio público relativamente bajos y sanciones importantes", ha asegurado el presidente del organismo de cuenca.

Por último, Ramón Guinea sí alude a un apartado en el que "queda mucho por resolver", como es el de la depuración de aguas urbanas, si bien aquí hay un "esfuerzo", con una serie de actuaciones programadas por parte de la Junta y el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente para la construcción de depuradoras "que se va a desarrollar en los próximos años".