Córdoba.-El obispo recuerda a los conductores que matar es pecado y que la soberbia y el alcohol son causa de accidentes

Actualizado: viernes, 11 julio 2008 19:04

CÓRDOBA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, con motivo del mayor número de desplazamientos por carretera con motivo de las vacaciones estivales, ha recordado a los conductores que matar es pecado, y que ese es el resultado de muchos accidentes de tráfico, en cuyo origen suelen estar la soberbia y la ingesta de alcohol.

En su carta pastoral semanal, a la que ha accedido Europa Press, Asenjo, después de recordar que el incremento constante del tráfico de mercancías y personas es algo en sí mismo positivo, destacó que ese indicativo de progreso "conlleva trágicas contrapartidas", en forma de accidentes de tráfico mortales, cuyo número, según destacó, sigue siendo alto, "a pesar de las campañas de las autoridades, del endurecimiento de las sanciones y de la introducción del carné por puntos", pero, según subrayó, "lo más grave de este drama es que la mayor parte de los accidentes se podrían evitar".

Así, el obispo de Córdoba argumentó que la raíz de los accidentes "es casi siempre la prepotencia, la soberbia, la mala educación, que se manifiesta en gestos ofensivos y palabras gruesas, el abuso del alcohol, el afán de ostentación de las propiashabilidades o del vehículo, el frenesí de la velocidad, que cautiva a muchos conductores jóvenes, y la falta de respeto a las normas de circulación".

De hecho, Asenjo opinó que "son muchos los conductores que secomportan al margen de las normas éticas más elementales, y que sin confesarlo abiertamente desprecian el don sagrado de la vida", y por ello invitó "a todos los usuarios de vehículos de la Diócesis a observar las actitudes que debe tener un buen conductor: dominio de sí mismo, prudencia, cortesía, templanza, espíritu de servicio y conocimiento y respeto de las normas de circulación".

Todo ello, según destacó el obispo, "es algo que a los cristianos nos es exigido por motivos religiosos. Nos obliga a ello nuestra fe en el Señor de la vida y el quinto precepto de Decálogo: no matarás".

VACACIONES CRISTIANAS.

Por otro lado, Asenjo, con motivo de las vacaciones de verano iniciadas este mes de julio por muchos y que son "tan necesarias para descansar y reponer fuerzas", para un cristiano, además, "no deben ser un tiempo perdido, sino un período necesario para el descanso físico y psicológico", aunque "no pueden ser tampoco una puraevasión, una abdicación de los criterios morales, una huída de nosotros mismos, o un abandono de nuestras obligaciones religiosas".

Por el contrario, "al disponer de más tiempo libre, hemos de buscar espacios para la interioridad, el silencio, la reflexión, laoración y el trato sereno, largo y relajado con el Señor", siendo además las vacaciones "una oportunidad para intensificar nuestra formación mediante la lectura reposada de libros que nos pueden enriquecer culturalmente y también ilustrar nuestra fe y nuestro conocimiento del Señor".