CÓRDOBA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una veintena de mujeres con problemas graves de alcoholismo pasa cada año por el piso que, para atender a este colectivo, mantiene abierto Cruz Roja Española en la capital cordobesa desde hace más de una década.
Según informó la ONG en un comunicado, desde febrero de 1996 hasta septiembre de este año, este servicio de la institución humanitaria, único de sus características en toda la comunidad autónoma, contó con 214 usuarias, de las cuales sólo 27 eran reincidentes.
De esta forma, según el seguimiento individualizado que llevan a cabo los profesionales de Cruz Roja, el 88 por ciento de las mujeres que durante estos últimos once años han sido tratadas en este centro no han recaído en la bebida tras salir del mismo.
Las usuarias, que suelen rondar los 41 años, provienen de distintos puntos de Andalucía y en prácticamente todos los casos han sido víctimas de maltrato psíquico --en ocasiones también físico--, y permanecen en el piso por periodos que oscilan entre las dos semanas y el medio año, aunque la estancia habitual está en torno a los tres meses y medio, tiempo a partir del cual vuelven a estar preparadas para su reinserción sociolaboral.
Para lograr esa normalización de la vida de estas mujeres, el dispositivo de Cruz Roja no sólo contempla el tratamiento clásico de la dependencia alcohólica, sino también la mejora de la situación sociofamiliar, bien favoreciendo la integración en su entorno o bien propiciando la ruptura con éste.
El equipo de profesionales encargado de trabajar con las usuarias del centro está compuesto por un médico, una psicóloga, una trabajadora social y cinco monitoras, que, además de la atención clínica y social, ponen en marcha diversas actividades dirigidas a potenciar las capacidades profesionales y las habilidades personales de las mujeres.
Entre otros, se realizan talleres de prevención de violencia, de sexo seguro, de relajación, de dietética, de animación cultural y a la lectura, de manualidades y de recursos sociales y documentación.
El piso dispone de seis plazas, todas ellas de carácter gratuito, gracias a la colaboración del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el Ayuntamiento de Córdoba y la Dirección General de Drogodependencias de la Junta de Andalucía.
