GRANADA, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, y los vecinos de Albuñol, que se reunieron hoy durante unas dos horas, acordaron que el domingo tomará posesión en el municipio un nuevo párroco que no será Gabriel Castillo, cuya vuelta reclamaron los habitantes de la localidad desde hace casi dos meses.
A la salida del encuentro el arzobispo aseguró a los periodistas "estar en paz" con los vecinos tras una reunión "muy positiva" y entendió que les "cueste" afrontar que no sea Castillo el párroco de Albuñol, del que se alegró que fuera "tan querido" en el municipio y, aunque no adelantó quién será finalmente el cura que lo sustituya, esperó que tenga buena acogida en el pueblo.
Se congratuló además de haber resuelto el problema "dentro de la Iglesia" y apuntó que el joven cura Gabriel Castillo tendrá otro destino dentro de la Diócesis y añadió que entre los vecinos y el Arzobispado "no hay fisuras", por lo que tendrán todo su apoyo.
Por su parte, uno de los portavoces de la plataforma vecinal, Javier Noguer, señaló que "se han limado las asperezas que había que limar" --ya que pedían un encuentro en el que el arzobispo les diera la razón del traslado de Castillo-- y afirmó que mañana emitirán un comunicado con el sentir de los vecinos tras la reunión de hoy, que tendrán que "meditar".
Otro de los vecinos, Daniel Morales, declaró que lo "positivo" del encuentro es que se han aclarado "cosas que se querían aclarar" y se ha acabado con el "daño" que suponía para Albuñol la suspensión del culto religioso.
La plataforma anunció hace unos días que se iba a manifestar el próximo día 9 de septiembre en la capital granadina tras recibir la autorización de Subdelegación, protesta que previsiblemente será suspendida tras el acuerdo al que se ha llegado hoy.
MANIFESTACIONES Y HUELGA DE HAMBRE.
Durante algo más de mes y medio han protagonizado manifestaciones en Granada y en su municipio, por las que además fueron denunciados por la Guardia Civil al no tener permiso para realizarlas. Además casi una decena de vecinos estuvo en huelga de hambre durante más de una semana, protesta que abandonaron tras la emisión por parte del Arzobispado de un comunicado en el que decretaba la suspensión de la celebración de sacramentos en el municipio.
También acudieron al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, que envió una carta al arzobispo en la que le pedía que se reuniera con los vecinos, a lo que el Arzobispado respondió con el ofrecimiento de que fuera el vicario de zona el que les explicara el por qué de la decisión de la institución. Los vecinos instaron al Arzobispo a que fuera él mismo el que les diera audiencia y no el vicario y remitieron también una carta al Nuncio Apostólico para acudir al Vaticano.
Finalmente ayer, el vicario que el Arzobispado envió de manera "excepcional" para oficiar una misa por el funeral de una mujer anunció a los asistentes que el arzobispo, Francisco Javier Martínez, se reuniría hoy con los vecinos.
