GRANADA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Granada, monseñor Francisco Javier Martínez, al que el fiscal ve "víctima" de "vejaciones y humillaciones" por el proceso que se sigue en su contra en la jurisdicción ordinaria tras la denuncia de un sacerdote, afirmó hoy en la segunda sesión del juicio oral que sólo ha querido "gobernar bien la Iglesia" y no hacer daño a nadie.
Así lo manifestó durante el juicio, que quedó visto para sentencia poco antes de las 21.00 horas, después de que se elevaran a definitivas las conclusiones, en las que el Ministerio Fiscal mantuvo su petición de absolución, igual que la defensa, y la acusación particular modificara puntualmente su escrito provisional con la retirada de un delito de coacciones.
Tras dos intensas sesiones, la primera el pasado miércoles, la acusación considera acreditados los delitos que le atribuye al arzobispo y de los que es responsable, en su opinión, ante la jurisdicción ordinaria --calumnias, coacciones, lesiones psicológicas y contra la integridad moral--, mientras que la Fiscalía y la defensa del prelado consideran "infundadas" las acusaciones del sacerdote, al que achacan "mala fe" en sus actuaciones.
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