Imagen de recurso de un conductor mayor al volante - UGR
GRANADA 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los conductores mayores de 65 años tienen dificultades agravadas para anticipar peligros de tráfico, sobre todo cuando se enfrentan a situaciones complejas, las cuales pueden llegar a afrontar como si no tuvieran experiencia, según un estudio de la Universidad de Granada (UGR).
En particular, y según ha detallado la UGR en una nota de prensa este jueves, el rendimiento de esta población disminuye si los riesgos que aparecen "requieren dividir la atención entre distintos puntos de la escena de conducción, es decir, cuando hay más de un peligro simultáneo".
"Se ha detectado una ejecución tan baja ante dichas situaciones como la de los conductores sin experiencia que medimos en estudios previos", ha explicado la investigadora del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (Cimcyc) Cándida Castro, que lidera este trabajo. Además, la respuesta se ve especialmente afectada cuando las amenazas (potenciales y en desarrollo) aparecen en ubicaciones alejadas entre sí.
El artículo científico, recientemente publicado en la revista científica 'Accident Analysis and Prevention', introduce el uso de una prueba creada y validada por investigadores del Cimcyc de la UGR, en la que se presentan vídeos naturalistas de conducción y se pide a los participantes que realicen una tarea de predicción de peligros para "analizar cómo las personas mayores perciben y responden ante situaciones de riesgo en la carretera".
El trabajo ha sido posible gracias a la colaboración de científicos de la UGR, pertenecientes al Cimcyc (Cándida Castro y Daniel Salazar Frías), y al Departamento de Óptica (Sonia Ortiz-Peregrina, Francesco Martino y José Juan Castro-Torres); y de Terapia Ocupacional de la Universidad de Málaga (Jorge Clavijo-Ruiz).
Dicha colaboración ha permitido "integrar" medidas neuropsicológicas con evaluaciones de la función visual: agudeza visual, sensibilidad al contraste y sensibilidad al movimiento. Algunos de los participantes en el estudio han sido, entre otros miembros de la comunidad universitaria, los estudiantes del Aula Permanente de Formación Abierta de la UGR, una iniciativa para atender la demanda educativa de las personas mayores de 50 años.
"Este nuevo enfoque ayuda a identificar con mayor precisión los riesgos asociados a la conducción en la tercera edad y sirve como herramienta para futuras intervenciones preventivas o evaluaciones clínicas. En un contexto de envejecimiento poblacional y aumento de conductores mayores, los hallazgos son relevantes para las políticas de seguridad vial y el diseño de sistemas de evaluación más justos y eficaces", ha detallado la profesora del Departamento de Óptica de la UGR Sonia Ortiz-Peregrina.