Carazo asegura que habrá "participación" de todos los actores y "consenso"
SEVILLA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Todos los partidos de la oposición han pedido este jueves a la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, que el nuevo Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) que se espera surja tras su revisión sea "flexible" para adaptarse a retos en el medio e incluso corto plazo, entre los que han citado el envejecimiento y dispersión de la población o la escasez de agua, más allá de la sequía actual. Apuntes que la consejera ha dicho ya contemplan para que la norma, que se desarrollará durante la legislatura, se ajuste "a la realidad".
La revisión del POTA ha centrado parte de la comparecencia de Carazo en la comisión de Fomento, donde ha dado algunos detalles sobre la revisión de este plan, que fue aprobado definitivamente en 2006 y constituye el instrumento de planificación territorial por el que se fijan los elementos básicos para la organización y estructura del territorio de la comunidad autónoma.
Un marco de referencia territorial para los demás planes regulados en la ley y para las actuaciones con incidencia en la ordenación del territorio que "ni ha completado su desarrollo ni está adaptado a la realidad social de nuestro territorio ni a la legislación actual", tras la aprobación el año pasado de la ley de regulación del suelo andaluz, la Lista, ha dicho la consejera. Con la revisión del POTA, ha explicado, se va a "completar" toda la revisión del marco legislativo referido a ordenación del suelo, algo que ha dicho estaba "atascado".
Por ahora se ha licitado el contrato de apoyo técnico para la revisión del POTA, cuya actualización "será un camino largo y complejo", ha enfatizado Carazo, que ha recalcado que la Junta se ha "marcado esta legislatura para recorrerlo". "Es un proyecto de legislatura", ha insistido.
Unas palabras ante las que la oposición ha señalado la necesidad de que planes de este tipo, que tardan años en formularse o revisarse, no se queden desfasados al entrar en vigor dada la realidad "cambiante". "¿Hacia qué modelo aspira que se resuelva el nuevo POTA?", ha cuestionado el socialista Víctor Torres, mientras que desde la confluencia de izquierdas Por Andalucía Inma Nieto se decía "preocupada" por que este plan "responda a retos que se veían extraordinariamente lejanos, pero que ya están aquí".
Como ejemplo ha citado la escasez de agua, "que no tiene que ver solo con la sequía", pero también con "situaciones que generan incertidumbre sobre la prosperidad económica" de municipios dedicados a la agricultura que se pregunta, ha dicho, si el suelo se destinará a proyectos de renovables o si habrá cambios que comprometan su actividad.
También desde el otro extremo ideológico se ha pedido flexibilidad. Alejandro Hernández, de Vox, ha admitido que la revisión del POTA "parecía insoslayable" tras la aprobación de Lista y ha apelado a tener en cuenta los tiempos para completar este nuevo proceso. "¿Cuánto tiempo se va a dilatar?", ha preguntado indicando que estos planes "forman una cadena" que repercuten en planes subrregionales. "Lo más importante será implementar criterios flexibles que permita adecuarlos (los planes de ordenación) en función de avances técnicos que se vayan produciendo y de la realidad social cambiante", ha advertido.
Reflexiones que ha admitido primero el diputado Pablo Venzal, del PP-A, y posteriormente la propia Carazo. "Estoy de acuerdo en que es la oportunidad de ahondar en asuntos importantes, abordando criterios y medidas que también contribuyan a necesidades que son futuras", ha dicho la consejera, citando por ejemplo "las tendencias de despoblación y envejecimiento", "el reto de modelo de ciudad", o "dar respuesta a los retos del suelo rústico".
