Condenados a prisión dos de los tres acusados de secuestrar al joven de Baena

Actualizado: martes, 23 junio 2015 21:20

Pedían a cambio 100.000 euros, una furgoneta y cien gramos de cocaína

CÓRDOBA, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba ha dictado una sentencia por la que condena a ocho y siete de prisión a dos de los tres acusados de secuestrar a un joven en la localidad cordobesa de Baena, por el que pedían a cambio 100.000 euros, una furgoneta y cien gramos de cocaína, mientras que para el tercer acusado, la esposa de uno de los dos condenados, ha resultado absuelta.

Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de la defensa, que han explicado que uno de los acusados --el esposo de la mujer absuelta-- ha sido condenado a siete años de prisión por un delito de secuestro y otro más por tenencia ilícita de armas; mientras el segundo varón procesado ha sido condenado a seis años de cárcel por un delito de secuestro más un año por delito de tenencia ilícita de armas.

En este sentido, la Fiscalía solicitaba para el matrimonio acusado y el otro varón procesado penas de hasta 12 años de prisión por la supuesta comisión de un delito de secuestro con la agravante de abuso de confianza y un delito de tenencia de armas prohibidas.

Al respecto, uno de los tres acusados de secuestrar al joven mantuvo en su versión ante el juez que el secuestro era fingido, tras un supuesto acuerdo entre él y el padre de la víctima para poder cobrar una deuda que tenía el progenitor con el procesado y que pagaría, a través del supuesto secuestro, un familiar de la víctima.

En su declaración en el juicio, dicho acusado manifestó que incluso "para hacer más real" el secuestro, el padre presuntamente pidió que se cogiera a "su hija pequeña". Además, resaltó que el joven supuestamente secuestrado "en cualquier descuido podía haber salido del coche o haber chillado" cuando lo trasladaron, a lo que añadió que la pistola la sacó la víctima y defendió que su mujer, también acusada en este caso, era "ajena" a todos los hechos.

Mientras, el otro varón procesado señaló que no tenía "ni idea" de qué iba la situación, puesto que él "lo único que quería era fumar y no importaba nada más", según indicó, al tiempo que aseguró que no sabía que era un secuestro, ni que fuera fingido, a lo que agregó que si hubiera sabido que era un secuestro se habría ido del lugar.

Por su parte, la mujer procesada defendió que no tenía conocimiento del supuesto secuestro y apuntó que no sabía que el padre de la víctima tuviera una deuda con su marido.

Entretanto, el joven que supuestamente fue secuestrado declaró que no tenía conocimiento de la relación entre uno de los presuntos secuestradores y su padre, al tiempo que expresó que en el momento de los hechos no se escapó porque sintió "miedo".

LOS HECHOS

Según recoge la calificación inicial del Ministerio Público, antes del 28 de octubre de 2012 los procesados supuestamente se concertaron para secuestrar al hombre y exigir una cantidad de dinero a su familia a cambio de la liberación.

En este sentido, sobre las 0,00 horas del día 29 de octubre de 2012 comenzaron el plan, de manera que los dos varones, "aprovechando que eran personas conocidas" de la víctima, la abordaron cuando entraba en su coche, de tal forma que uno de ellos lo empujó al asiento del copiloto, mientras que el otro subió a la parte trasera del vehículo.

Una vez dentro del coche, le dijeron que su padre tenía una deuda con uno de los acusados y "querían darle un susto para que pagara". Así, salieron de Baena dirección Córdoba y durante el recorrido los procesados llevaban a la vista una pistola con cargador, pero sin munición, y que ambos "se pasaban" para que la víctima "pudiera verla en todo momento y se acobardara".

Posteriormente, le taparon la cabeza con un jersey para que no pudiera ver a dónde se dirigían. Tras circular durante una hora, se detuvieron y encerraron al hombre en una nave, donde permanecieron con él toda la noche. Al día siguiente, los secuestradores supuestamente presionaron a la familia exigiéndole el pago de 100.000 euros a cambio de ponerle en libertad sin hacerle daño, al tiempo que le pidieron al padre que transfiriera la titularidad de una furgoneta de su propiedad y cien gramos de cocaína a cambio de la libertad de su hijo.

"NO LE IBAN A HACER NADA"

Al día siguiente, 30 de octubre, para conseguir la entrega de lo solicitado, la esposa de uno de los procesados se desplazó a la casa de los padres del secuestrado, donde se encontró con la madre y le dijo que su marido tenía que "dar el dinero, que se habían llevado a su hijo, pero que no le iban a hacer nada".

Tras ello, los dos varones acusados acordaron con el tío de la víctima que el pago de lo exigido se haría en una gasolinera de la carretera N-432, a la entrada de Córdoba, y que después de recibir el dinero, la furgoneta y la cocaína liberarían al sobrino.

De este modo, la mujer procesada fue a casa del tío, subió a la furgoneta y le dijo que se dirigiera a la gasolinera, donde estaba la víctima. Mientras, a las 22,00 horas de esa noche, los dos presuntos secuestradores si dirigieron al punto de encuentro.

No obstante, cuando el tío y la acusada llegaron, los otros dos fueron sorprendidos por los agentes en un dispositivo de la Guardia Civil, al tiempo que los detuvieron y liberaron al hombre.

Por estos hechos, la Fiscalía pedía una pena de diez años de cárcel para los dos varones procesados y nueve años para la mujer, por el delito de secuestro. Igualmente, solicitaba otros dos años más de prisión para los hombres por tenencia ilícita de arma prohibida.