JAÉN, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de UPA en Andalucía, Agustín Rodríguez, ha considerado que la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) "no tiene marcha atrás" y, a la espera de finalizar el estudio "riguroso" sobre sus consecuencias, ha recalcado que la organización no va a entrar "en ninguna de esas guerras" entre administraciones y partidos a cuenta de su resultado.
Así lo ha indicado este miércoles en Jaén, donde ha ofrecido en rueda de prensa un balance del ejercicio anterior y ha apuntado los objetivos para el actual, y a preguntas de los periodistas sobre la posibilidad o no de que exista margen para revisar la PAC en su aplicación nacional.
Al respecto, ha dejado claro que la reforma "ya está hecha" y, aunque se le pueda dar "vueltas", "no tiene marcha atrás". Sólo queda margen, según ha comentado, margen en las ayudas asociadas, dirigidas a cultivos en riesgo de abandono, puesto que el punto 15 del acuerdo de la reciente Conferencia Sectorial se plantea analizarlas, lo a más tardar a 1 de julio de 2016, y "literalmente" se habla del olivar de baja producción y alta pendiente.
Por ello, ha reiterado la propuesta que ya planteó en el Consejo Provincial del Aceite en Jaén del pasado sábado, donde instó a realizar un estudio serio de la situación y viabilidad del este tipo de olivar para contar con los datos exactos y poder incluirlo antes en los pagos asociados, algo "vital" para el territorio jiennense.
Otro informe, esta vez sobre los efectos de la nueva PAC en general en la comunidad y ante la diferencia de visiones entre la Administración central y autonómica y entre partidos, es el que UPA está elaborando para, "con números claritos, poner la realidad" encima de la mesa. De todas formas, ha apuntado que no se sabrá "cuánto va a ser el leñazo hasta octubre de 2015", cuando se reciba el primer pago.
"Que a nosotros, a la UPA, nos dejen fuera. Por un lado y por otro", ha manifestado Rodríguez sobre la polémica política a cuenta de esta reforma e incidiendo en que no entrarán "en ninguna de esas guerras". En este sentido, ha comentado que el Ministerio "tantas veces repitió lo de que hemos conseguido más presupuesto, que a partir de ahí no hay argumentos" para la reducción de fondos, al tiempo que ha recordado que también en su momento denunció "que había demasiado silencio sospechoso por parte del consejero de turno".
Para el secretario general, es verdad, como apunta Miguel Arias Cañete, que si hubiera existido "un modelo nacional" la pérdida hubiera sido "tremenda", aunque también es verdad que, "conseguido el presupuesto en Bruselas no hay motivos para recortar" en los dos pilares, de ayudas directas y desarrollo rural.
CONCESIONES
En cualquier caso, sí ha criticado "tres concesiones del ministro" comenzando por una ante "poderes económicos influyentes" que supone el cambio de año de referencia de 2011 a 2013. Eso supone la entrada de "entre medio millón y un millón de hectáreas supuestamente con derecho a ayudas", sobre las que van a "exigir nombres y apellidos".
Además, ha lamentado que las ayudas asociadas "no son un mecanismo para apoyar los sectores en riesgo de abandono", como fija el reglamento, sino un "un reparto territorial", cuestión que se refleja en la ausencia del olivar de pendiente en estos pagos. Como tercera concesión, ha indicado que "por primera vez el Ministerio se queda con parte de los fondos" de Desarrollo Rural, que antes iban íntegramente a las comunidades, para crear "un plan nacional que tiene que ver mucho con lo que se le ha recortado a Andalucía".
CALLE
Con este panorama y preguntado por la posibilidad de movilización, a la que se está animando desde diversos ámbitos, como IU en Jaén, el líder de UPA-A ha respondido que su organización salió "a la calle cuando había que salir". ¿Para qué salimos ahora? Saldremos, como vamos a salir en febrero, por tarifas eléctrica, costes, otros temas. Pero en relación a la reforma... Yo creo que los esfuerzos hay que hacerlos en su momento. Y la UPA los hizo", ha declarado.
Así las cosas y, una vez establecida la nueva PAC, ha incidido en que "lo que queda es el mercado", asunto "absolutamente decisivo", puesto que el futuro de la agricultura y la ganadería pasa por el "reequilibrio" en la cadena alimentaria con mecanismos que hagan posibles precios justos.
Igualmente, ha abogado por "un proceso de reestructuración" en los fondos de desarrollo rural, donde tiene competencia tanto la comunidad como el Estado, en el que se fijen como prioridades la concentración de oferta para hacer frente a la posición "dominante" de la distribución, políticas de relevo generacional, modernización de explotaciones agrarias y un plan para coordinar todos los recursos para la promoción exterior.