SEVILLA 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El aeropuerto de Sevilla ha realizado este jueves un simulacro para evaluar los procedimientos de actuación establecidos en su Plan de Emergencias Aeronáuticas, analizar la eficacia de los mismos y comprobar el grado de conocimiento y coordinación existente entre los diferentes colectivos --internos y externos-- que estarían implicados en la asistencia a un accidente aéreo.
En una nota, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha informado de que todos los aeropuertos disponen de un plan de emergencias, cuyo objetivo es trazar una hoja de ruta que, en caso de accidente aéreo, minimice sus consecuencias, tanto en la zona de movimientos del aeropuerto como en el ámbito de sobrevuelo de las aeronaves.
El esquema que se sigue al diseñarlos tiene dos cometidos fundamentales: garantizar la protección de las vidas humanas y los bienes que pudieran verse afectados, y restablecer o dar continuidad a la operatividad aeroportuaria. Durante el ejercicio celebrado este jueves, que ha sido bautizado como Ícaro-2010, se han analizado los tiempos de reacción y respuesta de todos los colectivos participantes, con el fin de optimizar la coordinación que hay entre ellos.
Con este simulacro, el Aeropuerto de Sevilla cumple con la normativa de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en materia de planificación de emergencias en aeropuertos. Esta práctica obedece, además, al compromiso de AENA con un servicio seguro y de calidad.
ÍCARO-2010
El ejercicio desarrollado en el Aeropuerto de Sevilla ha tenido como centro del guion el accidente de un avión que sufre daños estructurales al aterrizar y se incendia, tras producirse un gran derrame de combustible. Entre el pasaje, compuesto por 35 personas, se registran siete fallecidos, cinco heridos graves, ocho heridos leves y 15 ilesos.
Tras comunicar el comandante la situación de emergencia a la torre de control, ésta ha accionado el pulsador de alarma del Servicio de Extinción de Incendios (SEI) y ha transmitido la situación al Centro de Coordinación y Operaciones (Cecoa). En ese momento, los vehículos del SEI se han trasladado al lugar del siniestro, han extinguido el incendio mediante el lanzamiento de espuma y han asegurado el área crítica. Posteriormente, han ventilado el interior de la aeronave y han rescatado a las víctimas.
Paralelamente, se ha constituido un área de socorro y clasificación, a la que han sido trasladados los heridos en camilla y donde los servicios médicos han determinado la gravedad de cada uno de ellos, a fin de establecer prioridades en su tratamiento. Aquéllos que necesitaban cuidados inmediatos se han distinguido con una tarjeta roja, para los que no se requería atención inmediata, la tarjeta ha sido de color amarillo, y el verde se ha reservado para los cuidados de menor importancia. Los servicios sanitarios del aeropuerto se han coordinado con el 061 para estabilizar a los heridos y programar su traslado a hospitales cercanos.
COLECTIVOS PARTICIPANTES
La realización de este simulacro, en el que han participado más de 150 personas, ha requerido la presencia de diferentes colectivos, tanto de AENA como de organismos externos --de la Administración central, la autonómica y la local--. En lo que a los medios internos se refiere, los principales efectivos participantes han sido técnicos de Operaciones, bomberos, atención sanitaria, señaleros, técnicos y auxiliares de terminal y empresas de handling.
En cuanto a los medios externos, han participado miembros de Protección Civil, EPES-061, el 112, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Judicial y el Instituto de Medicina legal. Por otra parte, han actuado como figurantes del accidente simulado 50 alumnos de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud. Este ejercicio se enmarca en el Plan de Emergencias Aeronáuticas del Aeropuerto de Sevilla. Éste se mantiene actualizado y operativo mediante la realización periódica de simulacros parciales para poner a prueba y evaluar la capacidad de respuesta.