OSUNA (SEVILLA), 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Osuna (Sevilla) tendrá que indemnizar a unos vecinos por los daños certificados en sus viviendas como consecuencia, entre otros factores, del "deterioro de la red de saneamiento y la rotura" de la misma. Los afectados han reclamado "al menos" 261.798 euros. El montante final tendrá que acordarse entre las partes y el Consistorio "tendrá que abonar un 20%".
Así lo ha dictado el Consejo Consultivo de Andalucía en un informe consultado por Europa Press en el que se argumenta que los "diferentes informes obrantes en el expediente permiten razonablemente extraer la conclusión" de que, aunque las viviendas están en un "terreno inestable" y que esto "ha sido determinante de la producción del daño", el estado de la red de saneamiento y el tipo de suelos "se han alimentado mutuamente, de modo que si bien la naturaleza del terreno en que se asisten las viviendas ha hecho posible el daño, éste se ha intensificado como consecuencia del deterioro de la red de saneamiento y la rotura de la red".
Los vecinos que han reclamado una indemnización por la existencia de "grietas, fisuras y asientos diferenciales" alegan que los daños se han debido "primero, a la filtración de aguas residuales desde la conducción en mal estado de la red general de saneamiento al subsuelo y, segundo, a la rotura de una conducción de la red general de abastecimiento de agua y filtración de esta agua al mismo subsuelo".
Por su parte, el Ayuntamiento considera que "la causa" de los daños radica en la "inestabilidad del terreno en el que se asistan los inmuebles" y se basa para ello en los "diferentes informes obrantes en el expediente", entre ellos, un estudio geotécnico aportado por los afectados. El Consultivo remarca en su dictamen que "tanto el informe pericial como el estudio geotécnico aportado por los reclamantes reconocen la inestabilidad del terreno".
"ARCILLAS EXPANSIVAS"
El primero de ellos, de hecho, apunta que "está claro que el hecho de que las viviendas posean un cimiento sobre un terreno que ha sido lavado y se compone únicamente de rellenos o, en el mejor de los casos, de arcillas expansivas, implica que cada vez que se alteren sus condiciones de humedad, ya sea por filtraciones derivadas de escapes de alguna red o por aguas de lluvia, o bien debido a escorrentías que pudieran existir y elevaran el nivel freático, se producirá un asiento por hinchamiento o desecación del subsuelo, lo que causará un aumento en las fisuras y grietas".
La patología de los inmuebles "se ha producido" por la cimentación del edificio en un terreno de relleno y de naturaleza expansiva, lo que "ha provocado que se produzcan fenómenos de asientos diferenciales". Este hecho "junto con la presencia de un nivel de agua freática oscilante ha provocado que el terreno pierda sus características tenso-deformacionales pasando a ser un terreno de menor resistencia, susceptible de sufrir patologías y donde la presencia puntual de agua está produciendo procesos de hinchamiento-desecación".
Por tanto, concluye el Consultivo, "ese factor no puede marginarse por más que el informe pericial se centre en el argumento de que las viviendas poseen una antigüedad de más de 60 años y no han llegado a mostrar daños hasta 2015, pues lo daños pueden revelarse transcurrido un largo periodo de tiempo y, una vez que debutan, el proceso suele adquirir una dinámica sinérgica".
FACTOR AGRAVANTE
El dictamen del organismo autonómico señala que, además, de la existencia de la rotura de la red, "consta en el expediente una rotura que levantó el pavimento de adoquines" que "bien pudo ser un factor que agravó los daños".
De hecho, según recogió la Agencia de Régimen Especial Ciclo Integral Aguas del Retortillo --ente instrumental del Consorcio de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas Plan Écija-- en un informe emitido en enero de 2020 se "revela la existencia de una capa intermedia de arena arcillosa con color muy oscuro, humedad elevada y olor fétido" y, aunque "no queda clara la procedencia de agua residual detectada en el estudio hidrogeológico de 2019, pudiendo proceder del deterioro de la red de alcantarillado o del propio deterioro de las acometidas domiciliarias o de la propia red interior de saneamiento de las viviendas", la inspección de la red de saneamiento "revela que existe un deterioro importante de la estructura de hormigón de la conducción del tramo inspeccionado".
