El colectivo del encierro del Polígono Sur mantiene sus demandas y avisa de 40 locales vacíos en el barrio

Actualizado: jueves, 17 diciembre 2015 20:07

SEVILLA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

"Felicitaros, porque esto es un ejemplo de cómo la ciudadanía siempre va por delante de las instituciones", les ha transmitido Cristina Honorato a las decenas de mujeres que se han encerrado en el antiguo Centro de Orientación y Dinamización para el Empleo (CODE) de Polígono Sur, durante la rueda de prensa que se ha celebrado esta mañana.

Las trabajadoras exigen un espacio en el que poder seguir elaborando la comida para las decenas de personas que cada día se auto organizan para poder paliar las necesidades de alimentos que existe en el barrio. "Reivindicamos un espacio público para poder tener acceso a un derecho básico como es comer todos los días. Hasta que no tengamos una solución, de aquí no nos moverán", ha explicado Inmaculada Senovilla, presidenta de la Asociación de Mujeres Chalavipen Mashkarno - Movimiento Mediador y una de las mujeres que se ha quedado toda la noche en el edificio.

"Queremos que nos escuchen, sólo queremos seguir siendo autosuficientes", ha insistido Senovilla delante de las decenas de mujeres que forman parte de Chalavipen, así como de otras asociaciones del barrio que están apoyando este encierro para lograr la cesión de un local para el comedor. "Lo que es un delito es permitir que haya más de 40 locales vacíos durante años en el barrio y nadie asuma ningún tipo de responsabilidad por ello", ha denunciado Honorato, quien ha aprovechado para recordar tanto al delegado del distrito, como a la Comisionada del Polígono Sur que lo que hace falta son soluciones para estas mujeres y no nuevas promesas, ni criticarles porque las cosas no se hace así.

"Estáis supliendo una vez más, lo que debe hacer la administración pública", ha denunciado Honorato, ya que las propias mujeres encerradas ya están diseñando como dentro del propio espacio vacío del CODE, habría espacio para la propia cocina solidaria, para los servicios públicos municipales necesarios para el barrio, así como los colectivos sociales del barrio que podrían ser alojados allí.

"La cocina solidaria es un ejemplo de lucha, de dignidad, de empoderamiento de las mujeres en un barrio como este", ha reconocido Honorato. Un proyecto que ya les gustaría no tener que realizar, porque lo que demandan todas las que participan es poder encontrar un trabajo o una cobertura social digna como para no depender de la solidaridad de otras personas para poder comer. "Mientras eso cambia, que estamos en ello, no podéis dejar de seguir realizando este trabajo de empoderamiento a las mujeres y seguir enseñando las herramientas necesarias para poder tener futuro", ha concluido Honorato. Por su parte, Senovilla ha terminado pidiendo al Ayuntamiento que cumpla con su compromiso, porque lo único que quieren es "seguir siendo autosuficientes" para realizar su labor.