SEVILLA, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, recibió hoy en la capital hispalense al presidente de Mauritania, Sidi Muhammad Ould Sheyj Abdallah, en el marco de la visita que el mandatario de la República Islámica está realizando a España.
Momentos antes de la llegada del presidente mauritano a la sede de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo de Sevilla, el secretario general de Acción Exterior de la Junta, Enrique Ojeda, ha dicho que para el Gobierno andaluz la visita es "muy importante" porque Mauritania es un país de "normalidad democrática" que es "prioritario" en políticas de cooperación al desarrollo.
En este sentido, informó de que entre las políticas de colaboración existentes con el país africano destacan los proyectos de pesca artesanal, así como el convenio existente entre el hospital Virgen del Rocío de Sevilla con el hospital de Nouakchott, en virtud del cual el centro sevillano realiza atenciones sanitarias a niños mauritanos.
El paso de Sidi Muhammad Ould Shey Abdallah por Andalucía comenzó ayer en Córdoba, donde la alcaldesa, Rosa Aguilar, ofreció al presidente de Mauritania la ciudad cordobesa como "espacio de encuentro y diálogo entre los pueblos".
Desplazado a Sevilla, el dirigente mauritano --que también ha sido recibido esta semana por Su Majestad el Rey de España, Don Juan Carlos I, y por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero-- se encuentra en estos momentos, acompañado de varios ministros de su país, almorzando de manera oficial con el presidente de la Junta, Manuel Chaves.
PERFIL
Sidi Muhammad Ould Sheyj Abdallah (Alka, Mauritania, 1939) realizó sus estudios en Senegal y Francia, donde cursó Economía y Ciencias Políticas. Al regresar a su país, desempeñó algunas tareas oficiales en la época del presidente Ould Dada, en 1971, permaneciendo en el gobierno hasta el golpe de Estado de julio de 1978 que depuso al presidente.
Alejado de las diferentes corrientes ideológicas presentes en el país desde los sesenta, al presidente mauritano se le considera un tecnócrata de amplia cultura política y de ideas atrevidas. Durante la presidencia de Ould Dada, estuvo vinculado a las grandes decisiones relacionadas con la planificación económica. Tras el golpe de Estado de 1978 pasó dos años en prisión para posteriormente abandonar el país, con destino Kuwait.
A finales de los noventa aceptó la propuesta del presidente Ould Taya, y regresó a Mauritania para hacerse cargo del área de pesca en una época en la que el régimen mauritano predicaba la reforma y la modernización para dinamizar la economía del país y llevar a cabo una buena gestión de los recursos nacionales. Tras encontrar innumerables problemas para modernizar el sector, renunció a esa misión y regresó a Kuwait.
En 2003, cuando el régimen de Taya agonizaba y hacía frente a intentonas golpistas, regresó a Mauritania. Apoyó la candidatura a la presidencia de su colega Ahmad Ould Dada en noviembre de 2003 y participó en la iniciativa de iniciar un diálogo sereno entre gobierno y oposición, iniciativa que fue abortada por el presidente Taya.
El bloqueo de la posibilidad de la negociación agudizó la crisis política del país, que desembocaría en el golpe de Estado del 3 de agosto de 2005, protagonizado por el director de la Seguridad, Ely Ould Muhammad Vall, quien propiciaría el traspaso del poder a los civiles en el marco de un modelo de transición y reforma ejemplar.
A partir del derrocamiento del anterior régimen, Sheyj Abdallah comenzó a aparecer cada vez más en el escenario político y participar en las reuniones consultivas de diálogo nacional organizadas por el Consejo Militar con todos los partidos políticos y representantes de la sociedad civil y en las que se pusieron las bases de la transición, la celebración de elecciones parlamentarias y municipales, y las reformas constitucionales.
En julio de 2006 anunció su decisión de presentarse a las elecciones presidenciales, enarbolando el eslogan del 'consenso nacional' como salida a la crisis del país, lo que le valió el apoyo de la mayoría de las formaciones políticas y de destacadas personalidades independientes, que fue básico para su victoria frente a su rival, Ahmad Ould Dada.