Los plazos para modernizar el arroz imposibilitarían financiar el dragado con fondos europeos

Río Guadalquivir a su paso por Sevilla
EUROPAPRESS
Actualizado: martes, 11 febrero 2014 17:53

La CHG, que no se opone a dragar si se cumplen las condiciones de la DIA, data las obras para arroceros en un mínimo "de dos a tres años"

SEVILLA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha señalado que los plazos establecidos para ejecutar el proyecto para la modernización del regadío del arroz --que pasa por que los arroceros lleven a cabo esta labor a través del Canal del Bajo Guadalquivir, lo que supondría que este sector no se viera afectado por el dragado de profundización del estuario del río que pretende promover la Autoridad Portuaria sevillana-- se enmarcarían en un mínimo "de dos a tres años, probablemente algunos más".

Así lo ha indicado el presidente de la CHG, Manuel Romero, en el transcurso de un almuerzo informativo en el Restaurante La Raza, en el que ha confirmado que el anteproyecto se encuentra actualmente en tramitación ambiental en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con un plazo aproximado de unos seis meses para finalizar este paso, dentro de un procedimiento ordinario que culminaría con la licitación de la iniciativa.

Puesto que este extremo, al igual que el proyecto de protección de los márgenes del río Guadalquivir, que ya estudia la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, es preciso para la validez de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que condiciona la realización del dragado, y que para beneficiarse de los fondos europeos del actual marco comunitario las obras deberían estar finalizadas en 2015 para poder empezar a dragar, ello supone 'de facto' una imposibilidad de que la iniciativa que promueve el Puerto pueda beneficiarse de la financiación europea a la que pretende acogerse.

Cuestionado por si la Autoridad Portuaria podría remitirse a los fondos europeos 2014-2020, Romero ha explicado que aún no se conocen el reglamento ni las condiciones de dicha convocatoria, "que ya tendrían que haber salido". En cualquier caso, la modernización de los regadíos de arroz es un proyecto de envergadura que "se justifica solo, sin necesidad del dragado", y que podría ver iniciado alguno de sus trabajos en el presente año 2014, teniendo en cuenta que es más que probable que la actuación vaya por fases.

Y es que, ha recordado el presidente de la CHG, sería necesario actuar sobre 60 kilómetros de canal para intervenir sobre el riego de más de 30.000 hectáreas, actuación que requiere una inversión aproximada de unos 180 millones de euros; el objetivo es que al menos una parte pueda encuadrarse dentro de la convocatoria de fondos europeos 2014-2020.

De esta manera, el ente ya trabaja, en colaboración con los propios arroceros, en un proyecto mediante el cual el agua dulce se traería "directamente", en lugar de por la presa de Alcalá, por el Canal del Bajo Guadalquivir, desde Peñaflor (Sevilla), una obra "bastante costosa" que, no obstante, posibilitaría que los regantes no dependieran del río y supondría un "importante" ahorro en la cuenca de más de 100 hectómetros cúbicos, el equivalente a la capacidad de un pantano. "No se hace en un rato", ha resumido irónicamente Romero.

Estas obras, así, permitirían llevar el agua a la margen izquierda del río, cruzarlo y trasladarla hasta la margen derecha para que pudieran regar los arroceros, que no tendrían que usar agua del estuario y evitarían así el problema de la salinidad.

El presidente del organismo de cuenca ha resumido el posicionamiento de la CHG, según el cual el dragado podría afectar negativamente, con un aumento de la salinidad, a los regantes del arroz, así como también las márgenes del cauce fluvial podrían verse afectadas por el aumento de la capacidad de tonelaje de los buques como consecuencia de la actuación. Si se cumplen los condicionantes de la DIA y "no se perjudica a los arroceros ni a Doñana", el ente no se opone a la intervención.