BAEZA (JAÉN), 19 (EUROPA PRESS)
El doctor en Veterinaria y licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad de Córdoba (UCO) Jaime Ángel Gata ha expuesto este martes que los ciudadanos "deben cambiar los hábitos de vida alimenticios a rutinas más saludables para evitar la aparición de enfermedades bacterianas", pero desde los servicios de salud alimentaria "no pueden imponer dichos cambios sino persuadir a las personas para que ellas mismas den el paso".
En una entrevista concedida a Europa Press, el director del curso 'La producción agroalimentaria en un mercado global: sostenibilidad,aseguramiento e inocuidad alimentaria' que organiza la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en su sede Antonio Machado de Baeza (Jaén), ha comenzado exponiendo que "España goza de una variedad de alimentos amplísima, mientras que en otras zonas del mundo la carta es muy pequeña", citando productos locales como la producción vegetal, la carne y el aceite de oliva, entre otras.
En cuanto al curso, Gata ha explicado que se divide en tres bloques. El primero de ellos pretende dar respuesta a lo que estipula la Sociedad Europea a nivel global para producir alimentos de forma que se acabe con el hambre y que los ciudadanos puedan acceder a ellos, mientras que el segundo busca promover la inocuidad alimentaria acercando aquello que se sabe sobre las distintas microbacterias que pueden dañar la salud; el tercer bloque tiene como objetivo fomentar la sostenibilidad medioambiental en la producción de alimentos, poniendo como ejemplos la reducción de la presencia del plástico y el desperdicio cero de alimentos.
"También hay que tener en cuenta que los productos tienen que estar al alcance de la población, asegurando que tengan los recursos monetarios necesarios para ello", ha aseverado. Gata ha destacado que no existe un reconocimiento como tal del derecho a la alimentación en las Constituciones, y para ello ha apuntado que las organizaciones gubernamentales como la Junta de Andalucía deberían atender al epígrafe 'Hambre Cero' de la Agenda 2030 para reducir el porcentaje de población pobre que no puede costearse una vida saludable, que actualmente oscila entre el 10 y el 15% de la ciudadanía española.
"El consumidor es el que debe tomar decisiones saludables y no poner en riesgo su salud, pero eso difícil a veces si el establecimiento de comida rápida ofrece productos a un precio más bajo que los negocios de comida tradicional", ha resaltado.
Sobre las alergias, ha asegurado que la producción española aborda "perfectamente" estas vicisitudes "gracias a su amplia carta". A pesar de ello, ha apuntado que el procesado adicional de los alimentos destinados a personas con diferentes alergias provoca que los costes se incrementen y se vea reflejado en el precio con el que se ofrece al consumidor, el cual "debería reducirse para que pueda estar al alcance de un sector poblacional en crecimiento".
Por último, Gata ha abordado la actualidad en torno a los nuevos casos de salmonella que se están identificando en productos españoles. "Uno tiene que reflexionar sobre la cantidad de alimentos que producimos, y estos casos de productos infectados comprenden un 0,00005% de lo que se ofrece, pero obviamente no tiene que ser desatendido". El doctor en veterinaria ha explicado que cuando en una producción se detecta la presencia de alguna bacteria perjudicial se destruyen todo aquellos productos almacenados y se avisa al consumidor de que no se consuma.