Innova.- El mapa de radiactividad ambiental de Aragón permitirá detectar los niveles de radiación de las distintas zonas

Europa Press Aragón
Actualizado: viernes, 22 enero 2010 13:58

ZARAGOZA 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El primer mapa de radiactividad ambiental de Aragón, que estará listo en octubre del presente año, permitirá detectar los niveles de radiación del territorio de esta comunidad autónoma y explicar las causas que determinan los mayores o menores niveles de radiactividad en cada zona.

Así lo expuso hoy en rueda de prensa el director del proyecto, el investigador del Grupo de Excelencia 'Física nuclear y astropartículas', José Ángel Villar, que compareció en el Edificio Pignatelli de Zaragoza acompañado de la consejera de Ciencia, Tecnología y Universidad, Pilar Ventura, y del responsable de Relaciones Institucionales de 'la Caixa', Ricardo Alfós.

Según señaló Alfós, el objetivo último del estudio es establecer las bases de un sistema de monitorización y medida de la radiactividad ambiental en Aragón que, una vez implantado, garantice que "las concentraciones de radionúclidos no constituyen ningún riesgo para el medio ambiente o la salud de los ciudadanos".

Se trata de un proyecto "novedoso" que, en palabras de Pilar Ventura, satisface un "carencia" que existía en Aragón, donde no había ningún sistema que midiera la radiactividad que se genera. Se está realizando en colaboración con los centros educativos de la Comunidad.

El estudio se enmarca dentro del convenio entre la Obra Social de 'la Caixa' y el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Ejecutivo autónomo para la elaboración de investigaciones que contribuyan a la gestión sostenible y al mantenimiento de los espacios y valores naturales de Aragón. Para ello, la entidad financiera destina un total de 750.000 euros anuales, de los cuales 80.000 se dedican al estudio de radiactividad.

Por su parte, el responsable del proyecto, José Ángel Villar, destacó la importancia de este estudio al indicar que "estamos rodeados de radiactividad porque todos somos radiactivos de manera natural". Sin embargo, aclaró que "sólo es peligroso cuando se concentra en niveles elevados".

Por ello, Villar remarcó que la finalidad del proyecto es conocer qué cantidad de radiactividad hay en niveles normales para detectar un "efecto anormal" que pudiera producirse en un determinado momento.

El equipo de trabajo "multidisciplinar", que inició las mediciones en noviembre de 2009, está formado por doce investigadores que "aplican sus conocimientos específicos" en física, química o matemáticas, entre otros.

CASI 30 PUNTOS DE MEDICIÓN

"Queremos que los aragoneses descubran qué nivel radiactivo existe en cada zona", apuntó. En este sentido, Villar hizo hincapié en la "variabilidad" que se observa "entre unos puntos y otros de la orografía aragonesa" porque los niveles de radiación dependen de la altura, el entorno, las condiciones atmosféricas o la estación del año, entre otros factores.

Así, adelantó que las zonas más altas como Gúdar-Javalambre, en Teruel, o la estación de Canfranc, en Huesca, presentarán índices más elevados, si bien la afectación a la vida normal es "nula".

También señaló que se prevé situar 28 puntos de medición de las radiaciones en todo el territorio aragonés para tomar muestras de aire y suelo. De ellos, 12 ya funcionan en Albarracín, Andorra, Benabarre, Biescas, Canfranc, Zaragoza o Utrillas.

En cuanto al criterio de selección de la colocación de los medidores, Villar comentó que "se intenta cubrir todas las comarcas y terrenos con diferentes características orográficas" y después, es necesario que el colegio ubicado en esa zona "quiera colaborar".

Estos puntos de medición recogerán una serie de resultados que más tarde se introducirán en una base de datos con el fin de permitir el uso de esta información para estudios científicos posteriores.

Por el momento, el equipo de trabajo que coordina José Ángel Villar ya ha recorrido más de 3.000 kilómetros de la geografía aragonesa, aunque "todavía quedan cerca de 6.000 más".

Una vez conocidos los diferentes niveles de radiación existentes en cada punto --se hará público en octubre, con la elaboración del mapa--, el siguiente paso será analizar las causas que provocan que haya zonas con mayor concentración. A este respecto, Villar matizó que este segundo estudio no forma parte del convenio, por lo que aprovechó para reclamar más financiación para ello.

PARTICIPACIÓN DE LOS COLEGIOS

Como novedad, esta iniciativa incorpora la colaboración de profesores y alumnos de centros educativos aragoneses para que se involucren en la toma de muestras y en la interpretación de los resultados. Especialmente, cuentan con la participación de alumnos de institutos de Secundaria de las asignaturas de Física y Química.

Con esto se busca que los estudiantes "adquieran conocimientos directos del medio ambiente", resaltó Pilar Ventura. Asimismo, José Ángel Villar considera que otro objetivo es "dar a conocer los métodos de investigación científica a los alumnos".

Villar se mostró "satisfecho" por el alto grado de colaboración de los colegios e institutos. "Los centros están muy involucrados", destacó. Sin embargo, también se refirió al "bajo" nivel de conocimiento que tienen los estudiantes acerca del campo de la radiactividad.

A estos centros se les entregan tres protocolos de actuación: uno para los detectores de termoluminiscencia, otro para la toma de muestras de suelo y un tercero para los equipo de filtros de aire y cartuchos de carbón activo. Estos datos se envían al laboratorio de la Universidad de Zaragoza para su medida y evaluación.

Por otro lado, para completar la participación del alumnado reciben la visita de los investigadores, además de charlas y conferencias divulgativas.

RADIACTIVIDAD AMBIENTAL EN ARAGÓN

En Aragón se encuentran medio centenar de instalaciones radiactivas, de las que el 70 por ciento están clasificadas como de segunda categoría y el resto, de tercera. Así, existen industrias que en su quehacer cotidiano procesan o utilizan sustancias naturales en cuya composición aparecen isótopos radiactivos.

La concentración habitual de estos isótopos suele ser muy baja y su actividad muy pequeña, pero en los procesos de fabricación pueden aparecer en ocasiones concentraciones no despreciables de estos radioisótopos.

Por otra parte, aunque no existen centrales nucleares en Aragón, la Comunidad tiene relativamente próximas este tipo de instalaciones y por su geografía transitan transportes con material radiactivo, lo que podría influir eventualmente en los niveles de radiación ambiental.

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