El 54% de los directivos cree que la economía en Aragón se mantendrá estable hasta junio, el 31%, que peor y 14%, mejor

El presidente de ADEA, Salvador Arenere, y su secretario general, José Guillén, informan sobre el Indicador de Opinión del segundo semestre de 2021.
El presidente de ADEA, Salvador Arenere, y su secretario general, José Guillén, informan sobre el Indicador de Opinión del segundo semestre de 2021. - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 20 enero 2022 15:46

La tónica de fondo de los empresarios aragoneses, según el Indicador de Opinión de ADEA del segundo semestre de 2021, es de incertidumbre

ZARAGOZA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El 54 por ciento de los directivos aragoneses esperan que la evolución de la economía de la comunidad autónoma se mantenga estable en el primer semestre de este año, el 31 cree que empeorará y el 14,8 que mejorará, según el Indicador de Opinión del segundo semestre de 2021 elaborado por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón.

El presidente de ADEA, Salvador Arenere, y su secretario general, José Guillén, han dado a conocer, en rueda de prensa, esta encuesta, realizada a principios de este mes con la respuesta de 204 directivos, el 48,3 por ciento del sector servicios, el 29,3 de la industria, el 13,8 del comercial y 8,6 de la automoción.

El Indicador de Opinión refleja un ligero empeoramiento de las perspectivas hasta junio de este año sobre los seis meses precedentes, cuando, según los directivos, la evolución de la economía aragonesa ha sido estable, para el 55,2 por ciento, mejor, para el 19, y ha empeorado, para el 25,9.

En relación con hace un año, las previsiones son algo más optimistas, ya que entonces el 36,84 por ciento consideró que la situación iba a empeorar frente al 31 de ahora; el 42,11 que iba a mantenerse estable, frente al 54 actual; y el 21 por ciento que iba a mejorar, frente al 14,8.

Por lo que respecta a la financiación, el 28,6 por ciento ha respondido que en el segundo semestre de 2021 ha habido un empeoramiento en su obtención, frente al 32,8 que cree que lo hará en el primer semestre del año; el 14,3 ha dicho que ha mejorado, cifra que baja al 4,7 cuando se les pregunta por la estimación que hacen para estos primeros seis meses; y el 57,1, que ha sido estable, porcentaje que sube al 62,5 en la estimación para el citado periodo.

En la comparativa con las respuestas de hace un año, la sensación de mejoría crece, pasando del 3,6 de 2021 al 4,7 actual, el 62,5 opina que será estable sobre el 54,22 que lo afirmaba entonces; y el 32,8 que empeorará sobre al 42,17 que lo creía el año pasado.

PLANTILLA

El indicador recoge algo más de pesimismo en cuanto a la evolución de la plantilla, si se compara el último trimestre de 2021 con la previsión de los próximos seis meses, ya que el 18,2 por ciento los directivos han dicho que ha sido mejor frente al 6 por ciento que prevé que lo hará; el 27,3 por ciento ha precisado que ha empeorado frente al 35,1 que lo estima para este semestre; y el 54,5 que ha sido estable, algo que ocurrirá para el 58,9 por ciento en los próximos seis meses.

En comparativa con hace un año, el 6 por ciento cree que la plantilla está en mejor situación, frente al 5,6 que lo pensaba hace un año; el 58,9 que está estable, sobre el 56,1 del año pasado y el 35 que ha empeorado, mientras que el 38,2 lo estimó así hace un año.

Por lo que respecta a la evolución de las cifras de ventas del mercado interior, el 57,1 por ciento los encuestados ha considerado que en el segundo semestre de 2021 la situación ha sido estable, el 25,7 que ha empeorado y el 17,1 que ha mejorado, y la previsión hasta junio es del 58,8, 34,1 y 7,1 por ciento, respectivamente.

En relación a la estimación efectuada a principios de 2021 para el primer semestre del año, en este mismo concepto, el 41,18 por ciento pensaba que iba a ser estable, el 47 que peor y el 11,76 que mejor.

EXPORTACIONES E IMPORTACIONES

En cuanto a las exportaciones, para el 70,4 por ciento, el comportamiento en el segundo semestre del 2021 ha sido establece, el 21,1 ha dicho que ha mejorado y el 8,5, que ha empeorado, y la previsión hasta junio es del 67,5, 5 y 27,5, respectivamente.

"Hay un crecimiento importante de las percepciones pesimistas", ha constatado el secretario general de ADEA, José Guillén, mientras que en la comparativa de estas estimaciones sobre las efectuadas el año pasado, la previsión era más negativa ya que el 34,88 dijo que iba a empeorar, el 51 que iba a haber estabilidad y el 13,95 por ciento mejoría.

Respecto a las importaciones, el 66,7 por ciento ha contestado que han sido estables el semestre pasado, el 22,2 que han mejorado y el 11,1 que han empeorado, mientras que la previsión para los seis primeros meses de 2022 es, para el 76,9 por ciento, de mantenimiento, para el 6,4 por ciento de mejora y para el 16,7, de empeoramiento. Sobre la previsión de hace aun año, las cifras son del 41,55, el 3,49 y el 54 por ciento, respectivamente. "La sensación mejora notablemente", ha apostillado Guillén.

AFECCIÓN DE LA COVID-19

El Indicador de Opinión de ADEA del segundo semestre de 2021 ha formulado algunas preguntas específicas del momento, como la apreciación por parte de los directivos de cómo la pandemia del coronavirus puede afectar a la actividad de su empresa.

El 79,3 por ciento ha dicho que, a corto plazo, les va a afectar mucho --41,4-- o bastante --37,9-- y el 20,7 por ciento que nada; a medio plazo, el 77,6 por ciento afirma que lo hará mucho --13,8-- o bastante --63,8-- y el 22,4 por ciento que nada; y a largo plazo, el 56,9 por ciento que mucho --10,3-- o bastante --46,6-- y el 43,1 por ciento, que nada.

El presidente de ADEA, Salvador Arenere, ha afirmado que la pandemia, su duración y el hecho de que no se vea el final "está repercutiendo de forma importante en la actividad". Además, ha estimado que si se hubiera hecho la encuesta unos días después, el elevado número de bajas laborales que se han producido hubiera dado un resultado diferente.

Se ha preguntado también cuál es la razón de que Aragón destaque de forma negativa en número de casos y en la gestión y ha pedido mejorar la atención primaria.

Respecto a la reforma laboral, el 84,5 por ciento ha afirmado que no le afectará de ninguna manera de forma positiva, el 10,3 que algo y el 5,2 que bastante, mientras que el 48,3 por ciento ha sostenido que le repercutirá de manera negativa 'algo', el 37,9 que nada y el 13,8 que bastante.

El presidente de ADEA, Salvador Arenere, ha apuntado que esta reforma ha sido pactada por el Gobierno central con los agentes sociales y ha estado "muy tutelada" por Europa, si bien "no a todo el mundo le afecta por igual" y ha estimado que las respuestas negativas pueden hacer referencia a los cambios introducidos para los convenios y por los costes de contratación. A su entender, "no es aconsejable una reforma laboral que pueda repercutir en la tasa de paro".

En relación con los fondos europeos, el 41,4 ha estimado que no le beneficiarán, el 36,2 los considera una 'incógnita' y el 22,4 que les reportará 'algo'. Arenere ha dicho que existe preocupación por la "falta de transparencia y excesiva burocracia" en la tramitación.

Otra pregunta ha sido sobre la conveniencia para la empresa de las relaciones comerciales con Cataluña, que para el 43,1 por ciento no son importantes, para el 36,2 muy convenientes y para el 20,7 poco convenientes.

INCERTIDUMBRE

De manera general, el presidente de ADEA ha apreciado que en las respuestas subyace una "sensación de incertidumbre", preocupa el alto coste de la energía, "por la que en enero de este año las empresas están pagando un 50 por ciento más que hace un año", que se espera se mantenga y que afecta a la "competitividad".

También lo hace el alto coste del transporte y las materias primas, repercutiendo en las exportaciones, así como la elevada tasa de inflación, cercana al 7 por ciento, la mayor de Europa, "que no va a ser coyuntural".

Ha evidenciado la elevada deuda de España y cómo le puede afectar una retirada de estímulos y la subida de los tipos de interés, algo que restará en cuando a la obtención de financiación por parte de las empresas, así como la falta de componentes, especialmente en el sector del automóvil, "fundamental para Aragón", junto a la agroindustria, sobre la que también penden riesgos.