HUESCA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural de Aragón (AFAMMER) ha organizado en 30 municipios de la provincia de Huesca cursos sobre la elaboración y venta de productos derivados del cerdo.
Estos talleres, en los que participan más de 700 mujeres, forman parte del proyecto COMPRAL y tienen un doble objetivo: recuperar la tradicional matacía del tocino y potenciar la artesanía agroalimentaria para favorecer nuevos yacimientos de empleo.
Estos cursos se iniciaron en noviembre en El Tormillo y en Albalate de Cinca, esta semana se celebran en Azara y en fechas próximas se desarrollarán en los municipios de Aniés, Monzón, Loarre, Bolea, Peralta de Alfocea o Estadilla. En total, serán 30 las localidades que acojan esta iniciativa hasta el próximo mes de marzo.
El invierno es época de matacía, una tradición del Alto Aragón que constituía la base de la alimentación de las familias durante todo el invierno y que en las últimas décadas ha ido desapareciendo. Los cursos organizados por AFAMMER, pretenden, por ello, recuperar estas técnicas artesanales de elaboración de productos derivados del cerdo.
Estos talleres, en los que se inscriben una media de 25 mujeres, cumplen su séptima edición, "siete años en los que esta Asociación, pionera en la recuperación de la matacía, se ha empeñado en que el Alto Aragón no pierda esta tradición. Pretendemos que las mujeres más jóvenes, las que no la conocen, la aprendan; y que las de mediana edad, que eran pequeñas cuando se practicaba en sus hogares, la vuelvan a recordar", asegura Anabel Lasheras, presidenta de AFAMMER Aragón. Asesoradas por personas con una amplia experiencia en la elaboración, conservación y venta de productos derivados del cerdo, las mujeres aprenden a realizar tortetas, morcillas, butifarra, longaniza, chorizo, etc. de forma artesanal y absolutamente natural, sin conservantes ni colorantes. Es lo que en Aragón se denomina "mondongo", los productos típicos que se obtienen de la matanza del cerdo, especialmente de las partes blandas. Asi, estas mujeres aprenden en estos cursos unas técnicas y un oficio, al tiempo que analizan las posibilidades que ofrece la artesanía agroalimentaria para crear empleo.
Hay que destacar el clima de convivencia que se crea entre las mujeres que participan en el curso. Antiguamente, la matanza del cerdo era motivo de fiesta y reunión de familias y amigos, acontecimiento en el que disfrutaban mayores y niños, ya que duraba 2 ó 3 días. En estos talleres, que duran dos jornadas, se recupera ese espíritu, pues las mujeres conviven durante horas en una labor común, cocinan y comen juntas lo que ellas han elaborado. Asimismo, cuando termina el taller, las mujeres se reparten los productos obtenidos de la matacía que previamente también han aprendido a envasar y a poner en conserva.
Antes de que llegue la primavera, otros municipios altoaragoneses como Fraga, Conchel, Frula, Azanuy, Barbuñales, Alquézar, Hecho, Castejón del Puente, Valfonda de Santa Ana y Cofita también conocerán todos los secretos del cerdo, un animal del que se aprovecha todo como se pone de manifiesto en estos cursos.
EL PROYECTO COMPRAL.
El proyecto COMPRAL, desarrollado por AFAMMER Aragón, se enmarca dentro de la Iniciativa Comunitaria INTERREG III-A, y tiene como finalidad la puesta en valor de productos artesanales transpirenaicos, unida al desarrollo territorial.
AFAMMER Aragón ha concebido este proyecto para potenciar la actividad de las empresas familiares con el objetivo de mejorar la elaboración de los productos artesanos. "Se trata de favorecer el desarrollo de nuevos yacimientos de empleo en un medio rural que sufre la amenaza del envejecimiento y la pérdida constante de población activa en sus sectores productivos.
Así, este proyecto se ha formulado compaginando dos elementos esenciales: la producción de elementos artesanos y la igualdad de oportunidades para las mujeres", explica Anabel Lasheras.
Con la organización de estos cursos y talleres se pretende recuperar la tradición y que surjan iniciativas de transformación en el medio rural para que las mujeres encuentren una oportunidad para conseguir generar unas rentas complementarias a su economía en estas poblaciones aragonesas. Por ello, a las personas que participan en estos cursos se les proporciona una amplia y útil documentación sobre marketing y comercialización de los productos artesanales, nociones básicas sobre cuestiones fiscales, sanitarias o de mercado.
