ZARAGOZA 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Zaragoza va a declarar en ruina la manzana 24 del cementerio de Torrero, en la que se hundieron seis nichos el pasado mes de mayo, lo que provocará que el Consistorio traslade los 1.190 nichos de esta manzana, con 2.159 cadáveres, a una parcela que se construirá por vía de urgencia, cerca de la existente y que respetará la composición de la parcela actual.
Ésta es una situación sin precedentes en la historia de España, según destacó el consejero de Urbanismo, Vivienda Arquitectura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, al tiempo que advirtió de que el objetivo del Ayuntamiento es "restituir la normalidad" en el cementerio, con un proceso que podría prolongarse durante un año, y "transmitir un mensaje de tranquilidad a las familias afectadas".
Pérez Anadón compareció hoy en rueda de prensa, acompañado por el director del Instituto de Medicina Legal de Aragón, Juan Antonio Cobo, y el concejal delegado del Cementerio, Laureano Garín, para explicar cómo se acometerá la actuación en esta manzana del cementerio, al tiempo que indicó que el próximo mes de septiembre el Ayuntamiento presentará un plan director para actuar en los cementerios municipales.
El consejero de Urbanismo resaltó que la situación generada por el hundimiento de seis nichos en esta manzana es "claramente singular" y no encuentra "antecedentes históricos en este país". Por ello, desde que se conoció el estado de la manzana, el 21 de mayo de este año, se inició un trabajo "largo, pero profesional" para comenzar a actuar en la zona.
El Ayuntamiento descubrió el estado de esta manzana de forma "fortuita", cuando operarios del camposanto procedían a realizar un enterramiento en la misma y observaron que existían hundimientos en seis nichos, dañados por la rotura de divisiones interiores de las celdas que conforman las manzanas. Entonces, se activó la "alerta" y el Consistorio se puso a trabajar para dar solución al problema en este sector.
Según Pérez Anadón, el hundimiento de estos nichos se debe a que es una construcción de 1969 "de calidad entonces mejorable y hoy escasa", con materiales "muy vulnerables al paso del tiempo", y a que "toda la estructura de la manzana se apoya sobre una antigua zona de sepultura, lo que ha podido ser determinante para el hundimiento".
DECLARACIÓN DE RUINA
Tras analizar diversos informes y celebrar reuniones de trabajo con expertos en urbanismo y medicina legal, este mes la Gerencia de Urbanismo aprobará declarar en ruina la manzana, que contiene 1.190 nichos, con 2.159 enterramientos, que se han producido desde 1969 hasta la actualidad, apuntó Pérez Anadón.
Agregó que en 2008 se llevaron acabo 13 enterramientos en esta parcela y este año, siete, por lo que a la hora de actuar en este sector se producen "distintas situaciones legales".
Por todo ello, el Ayuntamiento quiere aportar "no sólo soluciones arquitectónicas, sino también sociológicas, económicas, antropológicas y afectivas", ya que son muchas las familias afectadas por este problema, con las que se quiere mantener "un estrecho contacto".
Además, lo sucedido en estos seis nichos podría haber ocurrido también "en la globalidad de la manzana", por lo que se actuará de forma global en la misma, ya que la declaración de ruina "obligará a rescatar todos los enterramientos".
UN AÑO DE TRABAJOS
Los trabajos serán "densos" debido al elevado volumen de restos cadavéricos que contiene esta manzana y podría pasar un año "hasta que la normalidad regrese al cementerio", indicó el consejero, para insistir en que "queremos trabajar directamente con las familias afectadas con toda la comprensión", en una labor en la que "contaremos con la ayuda de los mejores profesionales de Aragón y con todas las garantías sanitarias legales".
De esta forma, y a partir de septiembre --dado que la normativa desaconseja realizar exhumaciones en los meses de verano--, se comenzarán a exhumar e inhumar cadáveres para proceder a trasladarlos a los nuevos nichos, que se situarán "no más allá de veinte metros de los actuales".
En el caso de personas identificadas y en nichos que no registren problemas, se podrían realizar entre 15 y 20 exhumaciones e inhumaciones diarias, pero en otros casos habrá que proceder a identificar los restos antes de poder trasladarlos definitivamente.
A este respecto, Pérez Anadón señaló que ningún cadáver de los enterrados en la manzana 24 "pertenece al grupo 1, muertos por enfermedades infecto-contagiosas, por energía nuclear o por muerte violenta, que es lo que nos haría intervenir al juzgado desde el primer momento" y alargaría los trabajos.
De esta forma, este mes de julio, mientras se aprueba e inicia la construcción de la nueva parcela, que será una "réplica" de la actual, se contactará con las familias a través de cartas personalizadas para explicarles el proceso y, desde septiembre, se comunicará el día en que se exhumarán los restos de la persona enterrada en esta manzana.
Pérez Anadón aclaró que se ofrecerá a las familias la posibilidad de realizar "otras modalidades de enterramiento", pero, en cualquier caso, "ninguna de estas operaciones tendrá coste alguno para ellas ni supondrá alterar las condiciones contractuales que las familias tienen con el cementerio". En todo el proceso, trabajarán medio centenar de personas, expertos en urbanismo, medicina legal, psicólogos e inspectores de sanidad.