Boné reconoce que no se pueden controlar todas las actuaciones sobre el río Ebro

Actualizado: viernes, 8 octubre 2010 14:58

ZARAGOZA, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné, ha reconocido este viernes que no se pueden controlar todas las actuaciones que se realizan sobre el río Ebro, si bien ha dicho tener un "amplio" conocimiento sobre lo relativo a los ecosistemas de la Comunidad Autónoma.

Alfredo Boné se ha manifestado de este modo en respuesta a una interpelación de Adolfo Barrena (IU) el Pleno de las Cortes de Aragón, donde ha explicado que el Departamento comprueba el correcto curso de entre el 10 y el 15 por ciento de las subvenciones que se conceden, cuando la Ley vigente sólo obliga a hacerlo en el cinco por ciento de los casos.

El titular de Medio Ambiente ha indicado que el Departamento dispone de 400 agentes de protección de la Naturaleza que controlan lo que ocurre en el medio natural.

En su intervención, el consejero Boné ha indicado que "ha costado bastantes años" coordinar las actuaciones del Departamento con las del Ministerio de Medio Ambiente (MARM) en lo relativo al dominio público hidráulico y ha aclarado que es el Ministerio el que tiene todas las competencias en este ámbito salvo en la protección de la flora y la fauna de los ríos.

Alfredo Boné ha urgido a realizar el recrecimiento medio del pantano de Yesa (Navarra) y de la presa de Biscarrués (Huesca), tras lo que ha afirmado que ambas obras tendrán un efecto de laminación de las avenidas fluviales.

Por su parte, Adolfo Barrena ha preguntado cómo se controlan las declaraciones de impacto ambiental que se solicitan y ha considerado "necesaria" la coordinación entre las Administraciones que actúan sobre el dominio público hidráulico.

El también dirigente federal de IU ha preguntado por qué no se aborda una actuación "integral" del río Ebro. "No se aborda de una manera planificada", ha señalado Barrena.

Adolfo Barrena ha pronosticado que volveremos a vivir episodios de inundación en torno al río Ebro, sobre todo porque mientras no se recrezca Yesa, esta presa no producirá el efecto laminador que limitaría las avenidas.